Souleymane Cissokho

Cissokho cayó a la lona pero venció decisión, Frank Sánchez ganó por decisión técnica ante rival que buscó una salida del combate

Daniel Pi
@BastionBoxeo

AT&T Stadium, Arlington, Estados Unidos. Peso superwélter.

Antes de la disputa de los dos campeonatos mundiales del evento Canelo-Saunders se produjo la decisiva pugna para los peso superwélter Souleymane Cissokho 13(8KO)-0 y Kieron “Top Class” Conway 16(3K)-2-1, encuentro que fue vencido por el primero, bronce olímpico, aunque por decisión dividida y tras tocar la lona en una ocasión. Las puntuaciones fueron de 96-93, 95-94 y un absurdo 93-97.

Con ambos boxeadores situados en la distancia media-larga y en el centro del ring, el alcance y la velocidad de manos y piernas de Cissokho le permitían llegar con afilados directos y dar oportunos pasos atrás para evitar la réplica de su contrincante. Evidentemente, en el mayor combate de su carrera y contando con fuerza y solidez técnica, Conway ni mucho menos se rindió, intentando cruzar su derecha ante las entradas de su adversario o buscando impactar ganchos zurdos en los brevísimos intervalos en los que quedó cerca de su contrincante, pero la precisión y la rapidez no sólo le daban asaltos a Cissokho sino que incluso enrojecieron el rostro de su oponente, que padeció también una hemorragia nasal.

En ocasiones Cissokho amagó tímidamente con tomar la iniciativa, pero por lo general en la segunda mitad fue Conway quien, estando por detrás en la pugna, trató de presionar más y de intentar encerrar a su adversario, algo que no logró a pesar de que sí iba aproximándose de forma muy lenta pero creciente a su rival, que era alcanzado eventualmente y que evitaba por muy poco los más peligrosos curvos de mano adelantada y rectos diestros de su contrincante.

Con todo, el medallista olímpico no pudo eludir en el noveno episodio un par de uppercuts que le hicieron sentir un intenso dolor en su ojo derecho y que le llevaron a arrodillarse en lona, aprovechando en la reanudación Conway para arrojar una ofensiva en la que conectó hooks. No obstante, muy pronto quedó contenida esta reacción y, con ello, decidido el resultado de la contienda, dado que Cissokho terminó en el décimo asalto caminando, jabeando, esquivando y contragolpeando y no dando nuevas muestras de estar afectado.

Con un triunfo ante un clasificado y estando en juego un título menor WBA, Cissokho entrará en el top 15 del peso superwélter a la vez que pone de manifiesto sus cualidades en el boxeo lineal. Sin embargo, con una variedad de recursos limitada, habiendo dado muestras de debilidad en corta en las pocas ocasiones en las que los espacios permanecieron reducidos y habiendo visitado el tapiz ante un boxeador que no es un pegador, por el momento, y pese a su eficacia en larga, seguramente no habrá impresionado lo suficiente como para que el público le vaya a valorar como un insigne aspirante en la categoría.

Sánchez venció por decisión técnica
Abriendo la emisión de DAZN de esta cartelera se produjo la victoria del peso pesado cubano Frank “The Cuban Flash” Sánchez 18(13KO)-0 ante el dominicano-estadounidense Nagy Aguilera 21(14KO)-11(3), quien, como hizo Danielito Zorrilla un par de meses atrás, buscó una salida del combate aprovechando un golpe ilegal y así forzó una decisión técnica. De todos modos, en el caso de Aguilera su fingimiento fue muchísimo más lamentable y él no logró la victoria a diferencia de Zorrilla. Las puntuaciones fueron de triple 60-54.

Más contundente, veloz y eficaz, Sánchez llegó con golpes de poder en firmes pero comedidas ofensivas ante un Aguilera que inicialmente puso voluntad para no dejarse encerrar y que estuvo atento para recurrir a contraataques disuasorios que evitaron que se viese bajo fuego de forma prolongada. Aun así, Sánchez llegaba con su jab, con salteados cruzados y alguna derecha para irse imponiendo, teniendo quizás su acierto más evidente cuando en el tercer asalto, aprovechando una protesta hacia el árbitro de Aguilera, conectó un derechazo contra su distraído adversario.

Esto hizo despertar a Aguilera, que en lo que quedaba de round y también en el siguiente tomó la iniciativa, atacó e incluso muy brevemente llevó hacia las cuerdas al cubano, si bien Sánchez no fue alcanzado por golpes de demasiada nitidez y en cambio conectó contragolpes certeros, terminando por recuperar la iniciativa y por impactar algún uno-dos-hook. Tras esto se produjo la finalización del combate, cuando en el sexto round una mano rozó la parte trasera de la cabeza de Aguilera, que dejó todo un espectáculo teatral quejándose, tirándose a la lona, levantándose y tirándose de nuevo, llorando y gritando hasta que se llegó a la decisión técnica.

Una vez más Sánchez sumó un triunfo que poco le va a ayudar en su desarrollo, necesitando ya enfrentarse a boxeadores con ciertas aspiraciones y que al menos tengan la intención de luchar por la victoria. En cuanto a Aguilera, los promotores deberían tomar nota y pensárselo mucho antes contratarlo… a no ser que quieran entretener a los espectadores con un sketch tragicómico.

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