Vasiliy Lomachenko

Lomachenko derribó y venció por amplísima decisión unánime al pegador Richard Commey y roza nuevo mundial

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Madison Square Garden, Nueva York, Estados Unidos. Peso ligero.

Después de que se hiciese una felicitación de 90 cumpleaños al promotor Bob Arum, en la que incluso apareció Tyson Fury y le cantó el “Cumpleaños feliz”, tuvo lugar el 18º combate profesional del exnúmero 1 libra por libra Vasiliy Lomachenko 16(11KO)-2, que hizo valer su habilidad fuera de lo común para hacerse con el control del choque, derribar en una ocasión y derrotar de forma muy amplia al exmonarca mundial ghanés Richard “RC” Commey 30(27KO)-4(1). Las cartulinas fueron de justo doble 119-108 y de un 117-110 algo generoso con Commey.

Los rectos de Commey buscaron sorprender a Lomachenko al comienzo, pero éste utilizó sus esquivas para evitarlos y realizó entradas con directos aislados o con diagonales acompañadas por hooks que comenzaron a confundir al ghanés. “RC” se mostró determinado, arrojando andanadas de hooks cuando su adversario se aproximaba, pero los bloqueos y las acciones elusivas de Lomachenko impidieron que sufriese daños y le mantuvieron en posición de buscar nuevos astutos puños. Asimismo, en el segundo round alcanzó con varios directos a su rival y, al intentar éste retroceder, le impactó un abierto cruzado zurdo que le movió un tanto.

Recurrentes clinches entrecortaron un duelo por lo demás muy interesante, en el que Commey se mostraba tenaz para intentar castigar con sus combinaciones de ganchos pero en el que la precisión y la rapidez física y mental de “Loma” le permitían sacar muy certeras manos, con las que amenazaba crecientemente. Y es que con rectos aislados o velocísimas series de curvos empezaba a desbordar un tanto a su contrincante, que en el quinto episodio fue estremecido por un directo

Reaccionando a esto Commey intentó intensificar sus acciones en el sexto episodio, pero en lugar de encerrar a su adversario terminó quedando de espaldas a las cuerdas por un giro de Loma, que intercambió con valentía con el pegador brevemente en la distancia corta. Ya en el séptimo episodio, Commey (que fue dañado por un directo) fue derribado aparatosamente por un explosivo gancho zurdo desde la distancia corta, teniendo que agarrarse y contestar a la desesperada para evitar caer en la reanudación. De todos modos, si no terminó entonces el choque fue también debido en parte a que Lomachenko perdió tiempo pidiendo, aparentemente, a la esquina de su adversario que detuviese el combate.

Pasados los apuros, Commey se rehizo, tirando algunos contundentes ganchos enlazados en el noveno episodio, pero con esto ni por asomo cortó el dominio que había creado Lomachenko quien, eso sí, en el último tramo pareció desistir un tanto de la idea de buscar la detención. Así, con sus escogidos y precisos golpes en muy variadas trayectorias, sus bloqueos, sus magníficos reposicionamientos y sus esquivas se contentó con sellar un triunfo muy amplio.

Dado que era número 1 en dos organismos (WBO y WBC) antes de esta victoria sobre un rival directo en las listas (además de un excampeón mundial), es muy posible que ahora se certifique la posición de Lomachenko como aspirante obligatorio del peso ligero. En este sentido, hay que recordar que Top Rank (la compañía que representa a Lomachenko) y la WBO hace años que tienen una relación idílica en la que gran parte de los monarcas de la promotora poseen los cintos de la Organización y también sus aspirantes destacados pugnan por alcanzarlos.

De ese modo, es de esperar que Lomachenko vea asegurada la posición de retador mandatorio WBO, si bien la gran pregunta ahora quizás sea cuándo se ordenará su acceso al mundial, si esperando a que se produzca el Kambosos-Haney o anticipándose a él, dependiendo las posibilidades del ucraniano de disputar el duelo titular en la primera mitad del año también del entendimiento que pueda haber o no entre la WBO y el WBC así como a de la probable gran propuesta que le pueda hacer Bob Arum al australiano.