Jonathan Rice tras su victoria ante Michael Polite Coffie

El invicto peso pesado Michael Coffie sufrió sorpresa con un KOT a manos del sustituto Jonathan Rice en el combate estelar de velada de PBC

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Prudential Center, Newark, Estados Unidos. Peso pesado.

Cuando Gerald Washington fue baja y entró como su sustituto Jonathan “Jonnie” Rice 14(10KO)-6(2)-1 parecía que el cambio podía ser para bien, siendo esto debido a que Rice había mostrado más resistencia que Washington y a que por su tipo de boxeo podía permitir sacar ciertas lecturas importantes del prospecto del peso pesado Michael Polite Coffie 12(9KO)-1(1). Con todo, tras sufrir derrotas ante Shaw, Yoka, Makhmudov, McKean y Ajagba, y entrando al combate con cuatro días de antelación, no era de esperar que Rice le asestase a su rival un KOT en el quinto round que es quizás la mayor sorpresa del año en el peso pesado estadounidense.

La clave táctica del combate para Rice era no quedarse estático ni buscar cruces de golpes en corta, en los que tenía claramente las de perder. Pues bien, evitar los intercambios fue precisamente lo que hizo Rice caminando, lanzando su jab y sacando alguna eventual derecha aprovechando su larguísimo alcance. Instantáneamente Coffie se vio en dificultades, puesto que, no pudiendo hacer valer sus hooks en corta y errando sus abiertos cruzados de mano adelantada, no tenía nada con lo que responder a su contrincante. Y es que su movimientos eran lentos y su jab inexistente, de modo que, teniendo escasa variedad de recursos, le resultaba muy complicado ofrecer réplica relevante más allá de lanzar eventuales derechazos esperando conectar alguno decisivo.

De todos modos, “Jonnie” estaba activo de piernas para no quedarse en una posición excesivamente vulnerable y escogía momentos, como el final del segundo round, para lanzar peligrosas andanadas de rectos y abiertos curvos. Estos puños no fueron tan determinantes como el dos-uno que en el cuarto round dañó a Coffie y le llevó a las cuerdas, si bien Rice tenía la experiencia del combate contra McKean y no iba a arriesgarse a gastar sus energías buscando una detención cuando podía seguir dominando y aguardando su momento. Este llegó en el quinto episodio, en el que los uno-dos de Rice precedieron a una derecha que dejó mermado a Coffie, quien siguió recibiendo rectos hasta que tras un par de toscos cruzados diestros quedó desarbolado brevemente y el árbitro paró el combate.

Para los pesimistas la derrota de Coffie supone que otra vez se desvanece la perspectiva de que un prospecto del peso pesado estadounidense despunte en el top 15, siendo la derrota de éste ante una supuesta piedra de toque todo lo que necesitan para considerar que el hasta ahora invicto no podrá alcanzar las mayores cotas. Para los optimistas, quizás el triunfo de Rice supone simplemente que en la parte alta del circuito estadounidense a Coffie se une otro púgil más que puede ser utilizado también en interesantes emparejamientos.

Sea como sea y se tenga una de estas visiones u otra diferente, el hecho es que Coffie ha sufrido un severo revés, ya que de estar emplazado a un duelo ante un exretador mundial (al que de haber derrotado se habría situado en el top 5 WBA) ahora sufre su primer tropiezo y, sobre todo, evidencia graves limitaciones en su boxeo, defectos que tienen complicada solución. Y es que si no es capaz de ser competitivo y cortar el ring o los espacios contra su primer rival que se mueve y usa su alcance para atacarle con directos, quizás haya más que resolver de lo que tiene tiempo para culminar. Evidentemente el cambio repentino de rival y su desventaja en experiencia pudieron ser factores determinantes, pero igualmente Coffie tiene mucho en lo que trabajar, no pudiendo depender sólo de su potencia con reducidos espacios.

En cuanto a Rice, es de esperar que la crucial victoria le alce a un nuevo combate estelar en una velada de PBC antes de que termine el año, siendo este el momento para que se prepare a conciencia, abandone definitivamente su mentalidad de piedra de toque y encare con ambición la que debería ser la mayor pelea de su carrera y su mayor oportunidad para cambiar el signo de su trayectoria de forma permanente.