El Pacquiao-Spence podría ser triple unificación del peso wélter, presidente WBA señala como muy probable que se degrade a Ugás

Daniel Pi
@BastionBoxeo

El cubano Yordenis Ugás posiblemente no llegará a realizar ni una sola defensa como máximo titular de la WBA en el peso wélter, posición a la que fue alzado el pasado enero después de que la Asociación decidiese que había llegado el momento de nombrar titular en receso a Manny Pacquiao por su falta de puestas en juego. Y es que, con el anuncio del enfrentamiento Spence-Pacquiao, ahora la Asociación no ha querido dejar de ganar el porcentaje de las grandes bolsas que cobrarán estos boxeadores, por lo que está en trámites para volver a situar a Pacquiao como máximo titular en la división, o sea como “supercampeón”, y degradar a Ugás de nuevo a la posición de campeón “regular”.

El presidente de la WBA ha querido fingir orden y seriedad, asegurando que la propuesta tiene que seguir un proceso y que no es seguro dicho cambio de estatus entre los titulares, si bien señaló también que era muy probable que Pacquiao terminase recuperando su posición de máximo monarca en la Asociación del peso wélter. Obviamente, esta decisión será cubierta por una pretendida voluntad de hacer lo mejor para el deporte, permitiendo que tres cinturones se unifiquen, si bien a nadie le puede pasar por alto que simplemente tiene como propósito aumentar los ingresos del organismo y beneficiar los intereses de la gran industria boxística.

Recordemos que la WBA vez tras vez se ha comportado de forma completamente arbitraria para beneficiar en su manejo de los monarcas a boxeadores como Gervonta Davis, Leo Santa Cruz o Adrien Broner (nótese el vínculo WBA-PBC), conducta que realmente ha tenido consecuencias tan graves o incluso peores que las que podría dar el cinturón “franquicia” WBC, que al fin y al cabo no es eterno como se señalaba, ya que Lomachenko lo perdió ante Teófimo López.

En definitiva, lo que tiene que quedar claro es que ya sea un supercampeonato WBA o un título franquicia WBC, el hecho es el mismo: el organismo, de una u otra manera, maniobra para facilitar la culminación de los intereses de los más grandes promotores y de sus más insignes boxeadores, permitiéndoles que tengan márgenes especiales para defensas, que accedan a ciertos combates y que eviten otros que no les convienen y que puedan mantenerse vinculados, ellos y sus bolsas, a la organización que pone el sello a sus cinturones.

Sin duda, algunos pensarán que es mejor que un combate importante en el calendario como el Spence-Pacquiao sea una triple unificación y que de su vencedor salga un boxeador al que sólo le falte el cinturón de Terence Crawford para ser monarca indiscutido. Con todo, aunque esto pueda ser cierto, no es lícito pisotear la justicia deportiva para que, retorciendo las normas, un boxeador como Ugás conquiste y pierda su cinturón en el plazo de unos meses sin ni siquiera haber peleado por él ni haber podido defenderlo.

Puede que en esta ocasión haya más gente que apoye la decisión de la WBA de la que se opone, pero cada vez que las oscuras manipulaciones en el boxeo ganan una partida y las consecuencias no se cuestionan, los organismos tienen más fuerza para repetirlas en adelante, quizás en casos que verdaderamente indignen a quienes anteriormente alabaron el injusto cambio, todo ello a la vez que se sigue reduciendo el valor deportivo de los cinturones mundiales.