Aidos Yerbossynuly

El 2º WBA y 4º WBO supermedio Aidos Yerbossynuly derrotó en tres rounds al olímpico Issah Samir

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Nur-Sultan, Kazajistán. Peso supermedio.

La 15ª pelea profesional del imbatido kazajo Aidos Yerbossynuly 15(10KO)-0 pretendía ser un paso adelante importante en su trayectoria, dado que se enfrentaba a un boxeador imbatido y que había sido olímpico como amateur como el ghanés Issah Samir 19(16KO)-1(1). No obstante, el enfrentamiento terminó siendo muy poco exigente para el favorito y local, que sólo necesitó tres rounds para vencer el duelo.

A simple vista se podía intuir que Samir no estaba en un gran estado de forma, cosa que tampoco compensó con un mayor empeño, puesto que desplazándose cercano a las cuerdas sin ofrecer demasiados obstáculos fue objetivo de jabs enlazados con gancho al cuerpo o con croché diestro. En alguna ocasión Samir tiró algunos rectos y llegó con algún hook zurdo, pero Yerbossynuly estaba atento para inclinar la cintura o para dar un paso atrás, recuperando también rápidamente la posición defensiva tras sus ataques, de modo que redujo mucho la eficacia rival.

Estando así las cosas, en el tercer round Yerbossynuly impactó un gancho de izquierda al hígado que pareció dañar a Samir, que recibió posteriores uppercuts y hooks antes de ser llevado al tapiz con un empujón. En la reanudación Yerbossynuly volvió a pasar al ataque, tratando Samir de entrar en clinch pero no logrando cerrarlo, de modo que el kazajo le empujó hacia abajo hasta liberarse y continuar golpeando. Es cierto que el árbitro debería haber intervenido para separarlos, pero Samir cometió un error terrible al quedarse quieto protestando durante un instante en lugar de defenderse o atacar, trabándosele además un brazo entre las cuerdas mientras Yerbossynuly tiró contra él unas cuantas manos que le llevaron al tapiz.

La acción de Yerbossynuly no fue muy deportiva, pero el hecho es que si el árbitro no interviene no tiene por qué dejar de combatir y Samir debía, según se recuerda siempre, “protegerse en todo momento”. Sea como sea, lo sucedido enfadó al africano, que caminó de lado a lado negando con la cabeza durante la cuenta del árbitro hasta que, ante la pregunta de si quería seguir, rechazó continuar, pareciendo evidente que realmente había renunciado no por una supuesta mayúscula injusticia sino porque estaba siendo sobrepasado y frustrado, no tenía la mejor de las preparaciones y no quería exponerse a más castigo.

En cualquier caso, el combate no contribuyó demasiado al desarrollo y a la adquisición de experiencia de un Yerbossynuly que, peleando por títulos menores WBA y WBO en este combate, afianzará su gran situación en las listas del peso supermedio, en las que ya era 2º en la Asociación y 4º en la Organización. Así, y habiendo resuelto bastante satisfactoriamente sus combates hasta ahora a pesar de no contar con excesiva rapidez, en 2021 pondrá sus miras en un choque decisivo ante un top 15 que pueda abrirle camino hacia las grandes pugnas internacionales.