Teófimo López

Teófimo López venció a Lomachenko en igualado combate con atroces cartulinas

Daniel Pi
@BastionBoxeo

MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Unificación de los cinturones WBA, WBC, WBO e IBF del peso ligero.

Muchos se han preguntado en estos años si el entrenador Anatoly Lomachenko era infalible. Pues bien, en esta ocasión resultó evidente que el citado técnico erró completamente al diseñar un plan de batalla tan arriesgado y basado en una intensificación de las acciones durante la segunda mitad, quedando claro que la inacción de Vasiliy Lomachenko 14(10KO)-2 durante los primeros seis rounds le costó la victoria ante Teófimo López 16(12KO)-0, quien terminó saliendo con el brazo en alto por decisión unánime.

Dicho esto, podemos andarnos con rodeos o darnos cuenta simplemente de que una de las puntuaciones estaba prefijada incluso antes de que comenzase el duelo, puesto que es imposible que una persona con mínimos conocimientos boxísitcos le dé sólo un asalto a Lomachenko como hizo la juez Julie Lederman, que puede desbancar a Adelaide Byrd como la más manifiesamente corrupta. De todos modos, tampoco se puede librar Steve Weisfeld de la crítica, ya que su 117-111 significa que sólo le dio a Lomachenko los rounds que dominó absolutamente y en los restantes tres o cuatro asaltos igualados dio todo el beneficio de la duda posible a López. La última puntuación de 116-112 es la más razonable, aunque un resultado de victoria por la mínima de López o de empate parecen incluso más lógicos.

Sea como sea, y hablando ya del enfrentamiento, buscando sorprender y tantear López comenzó el combate realizando alguna eventual rápida arremetida con sus directos, pero Lomachenko se mostró calmado y atento para retroceder y bloquear, aunque recibió algún golpe al torso. Tanta calma tenía el ucraniano que hubo que esperar hasta el segundo round para que sacase una gran izquierda al contragolpe en un par de ocasiones. De todos modos, durante los primeros tres rounds la actividad con los puños de Lomachenko fue extremadamente baja, así que López, pese a conectar a penas manos, capturaba los rounds por hacer un poco más que su adversario.

Las acciones se mantuvieron así de soprendentemente inactivas durante los siguientes dos asaltos también, con Lomachenko a penas tirando más que algún aisladísimo jab y alguna contra en croché ante un López que seguía llevando la iniciativa y llegando con algún hook al torso de limitada potencia. Durante estos cinco rounds las instrucciones de la esquina del oro olímpico insistían una y otra vez en que dejase correr el tiempo y que tuviese muchísima paciencia, resultando claro que la estrategia era aguardar a que López se cansase y se frustrase por sus numerosísimos fallos antes de comenzar a remontar y darle la vuelta al choque.

Así, finalmente, como en tantas otras peleas de los púgiles ucranianos, que comienzan flojos para ir intensificando sus acciones, Lomachenko comenzó a despertarse, si bien que lo hiciese en el sexto round suponía que había dado un margen demasiado grande como para que su remontada no estuviese en peligro.

Sea como sea, con algunos jabs en el sexto round y tirando algunos hooks zurdos entre clinches y ciertos rectos en el séptimo episodio (destacando un dos-uno), “Loma” comenzó a trabajar, no siendo nada este despliegue inicial para lo que sucedió en el octavo round. En dicho episodio Lomachenko llegó con claros directos zurdos, jabs y crochés entre clinches que crisparon un tanto a un López que no mostró un buen lenguaje corporal al recibir los golpes en estas ocasiones ni tampoco cuando fue movido por una corta combinación en el noveno round.

Continuando la tendencia, en el décimo asalto Lomachenko anotó las manos más claras con veloces rectos en uno-dos, dos-uno o lanzados de manera aislada, estallando en el undécimo round con izquierdazos y crochés zurdos ante un López que pareció ligeramente estremecido. Sin embargo en el duodécimo y último episodio los ataques de Lomachenko fueron respondidos por López con tenaces derechas y ganchos que alcanzaron a su oponente y le evitaron capturar un asalto que debería haber sido trascendental si los jueces no hubiesen estado tan sesgados.

Aunque algunos señalan que las valoraciones globales son las únicas que tienen sentido, el hecho es que no es así como se puntúa un combate de boxeo. Y es que por mera impresión general puede parecer que López logra una victoria más amplia de lo que muestra el análisis asalto por asalto de las acciones, que refleja aproximadamente una división de dominios entre los rounds del primero al quinto y del sexto al undécimo.

En cualquier caso, aunque se pueden criticar con todo el derecho las cartulinas y de nuevo nos podemos llevar las manos a la cabeza por la integridad de este deporte con puntuaciones claramente corruptas como el 119-109, el hecho es que el equipo de Lomachenko le diseñó una nefasta estrategia. Aunque se está alabando desmedidamente la actuación de López, calificándola algunos incluso como de lección magistral, el hecho es que sólo venció debido a que durante la mitad del combate Lomachenko no quiso hacer absolutamente nada, esperando el momento según le ordenaba su esquina. En cambio en cuanto empezó a tirar sus manos pareció capturar asalto tras asalto con golpes de poder nítidos ante un López que sólo reaccionó con el tesón adecuado en el último episodio.

Dejando al margen la sensación de que López ganó con muy poco y que su boxeo no fue especialmente bueno, de hecho Linares boxeó mejor contra Lomachenko, que los jueces hayan dado cartulinas tan amplias significa que la industria boxística deseaba ese resultado, ya sea porque creen que con el estadounidense van a vender muchas entradas o porque, teniendo grandes brechas defensivas contra los directos, podrán lanzárselo posteriormente a Devin Haney o a otro púgil para inflar su legado súbitamente. Sea como sea, López salió con el brazo en alto y ahora, sin certezas sobre una revancha que debería renegociarse de nuevo, está en el radar de Haney, Ryan García, Gervonta Davis y muchos otros peso ligero que no se atrevían a enfrentarse a la increíble maraña táctica que suponía sobre el papel un choque ante Lomachenko pero que no tendrán inconveniente en enfrentarse a un rival fuerte, con pegada, hábil y veloz, pero que es defensivamente vulnerable y que no reacciona de la mejor manera bajo ataque.