Mario Cazares

Julio César Chávez Jr. fue derrotado por el modesto Mario Cazares

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Grand Hotel, Tijuana, México. Peso semipesado.

Después de cada combate del excampeón mundial Julio César Chávez Jr. 51(33KO)-4(2)-1 se escuchan frases como: “no puede caer más bajo”. Pero lo cierto es que sí que puede. Y es que aunque en su momento hubieron muchas voces que señalaban que las críticas contra él eran ilógicas y fruto de la envidia, Chávez ha seguido el peor camino descendente posible, autodestruyéndose por sus malas decisiones y su falta total de disciplina.

Esto quedó reflejado por enésima vez la pasada madrugada en su nefasta actuación, terminada en derrota, ante el modesto Mario Cazares 12(5KO)-0, boxeador que sólo había vencido a un púgil con récord positivo en toda su carrera y que era una mera víctima propiciatoria para que Chávez volviese a la senda del triunfo pero que logró salir con el brazo en alto por decisión técnica y puntuaciones de 59-54 y doble 57-56.

Entre clinches y cierto desorden, fruto en gran medida de los torpes avances de Chávez, Cazares se mostró dispuesto a buscar la victoria con su jab y sus directos, golpes que conectó con claridad ante su oponente, irresolutivo hasta el extremo y que básicamente veía reducido su éxito a eventuales ganchos entre agarres. La pelea estaba siendo deslucida, con ambos boxeadores intentando ir más allá del reglamento con golpes ilegales o cabeceos, siendo esto último lo que le costó a Cazares un punto en el segundo asalto.

En cualquier caso, entre los múltiples choques de cabezas involuntarios que también se produjeron debido a la mala gestión de los espacios de los dos contendientes, Cazares usaba sus rectos para conectar los puños más relevantes y anotarse los asaltos ante un Chávez que ni tenía resultados con espacios ni sabía explotar los momentos en corta para usar el kilogramo de más que le sacó a su rival en la báscula. Finalmente, estando asentada la ventaja en las cartulinas de Cazares se produjo un corte en el párpado izquierdo de Chávez, fallando la realización al mostrar cuándo se había producido y de qué modo.

Si bien algunos han apuntado que fue realmente un croché diestro el que causó la brecha, es posible que uno de los cuantiosos cabezazos fortuitos provocase el corte, considerando el árbitro que efectivamente había sido esta segunda opción, llegándose a la lectura de cartulinas parciales que dieron el triunfo a Cazares.

En situaciones como la de Chávez lo que mejor podrían hacer los organismos y las comisiones para proteger al púgil y defender la calidad deportiva de los cruces es retirarle los permisos para que no pudiese boxear y obligarle a buscar especialistas para que le ayudasen a aclarar su mente. De lo contrario, Chávez va a seguir arrastrándose por los rings convirtiendo en burla este deporte y exponiéndose a castigo absurdo, dado que la industria boxística siempre encontrará una forma de hacerle rentable a través de grandes grupos audiovisuales o, cuando se pueda, con venta de entradas a pesar de que es evidente que el púgil no está en condiciones de sustentar algo tan exigente y difícil como una carrera en el boxeo.