Akeem Ennis-Brown nuevo titular británico del peso superligero

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Production Park Studios, South Kirkby, Reino Unido. Campeonato británico y de la Commonwealth del peso superligero. Segunda defensa del cinturón de la Commonwealth por parte del titular Bowes. Cinturón británico vacante.

Como sus anteriores peleas, este no fue tampoco un combate plástico, desarrollándose embarrado y desordenado, pero Akeem Ennis-Brown 14(1KO)-0 mantuvo su récord sin derrotas y capturó tanto el vacante cetro británico del peso superligero como el cinturón de la Commonwealth de esta misma división que poseía su adversario Philip Bowes 20(3KO)-4(1) con una victoria por decisión unánime. Las cartulinas para este combate fueron de acertado doble 115-112 y un 116-111.

Padeciendo el choque durante muchos momentos un importante caos táctico, enredándose los ataques de ambos en embarrados clinches, esto favorecía al boxeador más heterodoxo de ambos, un Ennis-Brown que con su enorme alcance, sus constantes saltos y sus eventuales entradas con directos o hooks podría plantear complicaciones al despliegue de un boxeador más ortodoxo como Bowes.

De todas maneras, como era de esperar si se mostraba más activo que en anteriores contiendas, Bowes logró encontrar múltiples huecos para contragolpes nítidos aprovechando los gigantescos descuidos defensivos de Ennis-Brown, de modo que conectó contra éste manos verdaderamente destacables a la contra con crochés, ganchos y directos que por instantes hicieron olvidar la maraña táctica que el invicto creaba.

Aun así, Ennis-Brown, por muy deslucido que fuese su trabajo, tenía una superior cadencia de golpeo, por lo que (cuando Bowes se cansó y tiró menos puños) comenzó a superar por volumen de manos a su contrincante, quien además perdió un punto por reiteración en los agarres en el octavo episodio. Con la igualada pelea comenzando a decantarse del lado de Ennis-Brown, Bowes realizó un intento de reacción ya en el último tercio de la pugna, atacando con buenos ganchos que llegaron claramente contra su rival, si bien finalmente, entre agarres, forcejeos y mal medidas arremetidas, Ennis-Brown lanzó unas últimas ofensivas con imprecisos golpes arrojados en cualquier trayectoria que le aseguraron el triunfo por la mínima.

Habiendo evidenciando una vez más que su deslucido boxeo le sirve para anotarse victorias importantes, y habiendo capturado dos títulos que le alzarán a los mejores choques en el circuito británico, el invicto Ennis-Brown, de 24 años, está en el mejor momento de lo que lleva de carrera. Sin embargo, es complicado no preguntarse hasta cuándo podrá avanzar con un boxeo con tantísimas brechas, especialmente defensivas, y que depende enteramente de confundir a sus adversarios para explotar su alcance y de embarrar al máximo los encuentros para evitar que puedan responderle con sistemas tácticos precisos. Quizás ante la élite británica, a la que pronto se debería enfrentar, Ennis-Brown se encuentre con un muro, pero con su extraña mezcla de cualidades físicas y un boxeo nada convencional difícilmente le ofrecerá un combate sencillo a cualquier rival.