Cuclay logró cuestionable victoria dividida ante Baraou en semieliminatoria del peso superwélter

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Havelstudios, Berlín, Alemania. Semieliminatoria IBF del peso superwélter.

En la noche del viernes los alemanes Jack Culcay 29(13KO)-4 y Abass Baraou 9(6KO)-1 se enfrentaron en una semieliminatoria por el 2º puesto en el ranking IBF del peso superwélter por detrás del aspirante oficial Bakhram Murtazaliev, encuentro que resultó muy entretenido y que dejó rounds de intercambios verdaderamente espectaculares pero que terminó con un veredicto dividido cuestionable. Y es que, aunque la mayoría vio ganar a Baraou, los jueces le otorgaron el triunfo a Culcay con cartulinas a su favor de 115-114 y 115-113, dando el restante 113-116 para Baraou.

Tras un primer round un tanto tibio en el que quizás Culcay pudo hacer valer su astucia, la pelea se fue convirtiendo gradualmente en un choque más intenso, abundando cada vez más las combinaciones contestadas por combinaciones entre ambos boxeadores. Así, como en tantas otras veces en su carrera, Culcay se vio en un combate en el que su irregularidad de rendimiento le desfavorecía para apuntar al triunfo, ya que si bien en ocasiones conectaba buenos hooks enlazados, era superado por el trabajo más constante de Baraou, que manejaba con precisión sus series de rectos y sus crochés enlazados y que impactaba las manos más claras por round, destacando varias derechas y curvos de mano adelantada en los cruces.

De ese modo, aunque había igualdad en los rounds, la gran mayoría de ellos iban a parar a manos de un Baraou que no se dejó arrebatar la iniciativa y que pasado el ecuador de la contienda tuvo sus mejores momentos, puesto que, aprovechando cierto desgaste en su rival, comenzó a lanzar ofensivas contundentes, llegando con un gancho zurdo que sacudió a su adversario. A pesar de que estaba siendo superado, o quizás por ello, Culcay tuvo una cierta reacción en el último tramo, encadenando mejor sus ataques, impactando buenos ganchos contra su adversario (en alguna eventual ocasión movido por ello) y conectando golpes de poder, si bien Baraou no fue desbordado en ningún momento, ni mucho menos. Al contrario, Baraou contestó inmediatamente a los ataques de su contrincante con combinaciones de curvos, algunas realmente tenaces, que hicieron el choque muy intenso cerca de la conclusión.

Mirando a las puntuaciones parece que los jueces le hayan dado el beneficio de la duda en cada uno de los asaltos igualados a Culcay, ya que sólo de ese modo puede llegar a hacerse éste con siete episodios. Sin embargo, resulta irracional que de esos episodios más disputados no se le diese al menos un par a Baraou, que tanto por impresión general como puntuando imparcialmente cada asalto pareció hacer más que suficiente para merecer el triunfo.

En cualquier caso, Culcay se sitúa cerca de un nuevo combate mundialista, pero persiste la impresión de que, aunque podrá ofrecer una valerosa actuación, volverá a estrellarse en su siguiente combate decisivo por su falta de constancia durante los enfrentamientos y por la fluctuación de su rendimiento de una pelea a otra. Por otro lado, si bien Baraou salió del cuadrilátero con su primera derrota, es difícil no considerar que su imagen ha salido reforzada, puesto que en su décimo combate estuvo al nivel (para la mayoría por encima) de un exretador mundial y excampeón continental, de modo que a sus 25 años parece dibujarse un prometedor futuro.