El excampeón mundial Rey Vargas regresó al ring con victoria unánime y amplísimas tarjetas ante Leonardo Báez

Daniel Pi
@BastionBoxeo

MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos. Peso pluma.

Desde que el exmonarca mundial supergallo Rey Vargas 35(22KO)-0 fichó por PBC en enero de 2020 éste no había realizado ni un solo combate, siendo su última subida al ring su controvertido triunfo ante Tomoki Kameda de julio de 2019. Esta inactividad de cerca de dos años y medio llegó a su fin la pasada noche en el respaldo en PPV del Canelo-Plant, evento en el que venció por amplísima decisión unánime al también mexicano Leonardo “Cuate” Báez 21(12KO)-5(3). Las puntuaciones fueron de justo 99-91 y doble 100-90.

Controlando bien los espacios con pasos atrás ante las ofensivas de Báez y lanzando por su parte uno-dos, ganchos abajo y combinaciones de uppercut-hook, Vargas comenzó con buen pie pese a su falta de rodaje. Salteadamente algún gancho de mano adelantada de Báez llegaba, pero por lo general éste erraba sus golpes por los retrocesos de su contrincante y era alcanzado por los hook-directo del excampeón o por sus rápidas series de curvos. La costumbre de alejar ambas manos del mentón cuando lanzaba ofensivas era, como siempre, preocupante en su boxeo, pero Vargas se estaba imponiendo solventemente ya en la primera mitad.

El variable grado de acierto de Báez podría hacer más o menos disputado un asalto, pero por lo general dentro de sus oscilaciones su eficacia se mantuvo baja y Vargas sostuvo un control táctico evidente, aunque algo monótono, a través de sus combinaciones de hooks y sus rectos enlazados con curvos. Tratando de estudiar la posibilidad de generar más daños, Vargas se detuvo puntualmente en el séptimo asalto, pero siendo escaso su progreso en los intercambios volvió a su boxeo desde la distancia larga con o sin arremetidas para continuar imponiéndose. Ya hacia el final, por coraje y voluntad, Báez aceleró sus pasos a la desesperada y consiguió llevar cerca de las cuerdas en más ocasiones a Vargas, impactando algún curvo, pero su amago de reacción fue demasiado tardío y su éxito siguió siendo cuanto menos limitado.

Las largas inactividades a veces producen pérdidas de rendimiento significativas que se puede tardar en reparar, habiendo ocasiones en las que han supuesto un punto de inflexión negativo en una carrera. Pero en el caso de Vargas quedó de manifiesto que estaba en óptimas condiciones físicas, mostrando incluso más chispa de la que tuvo en varios duelos del peso supergallo, quizás por no haber tenido que hacer tanto corte de peso en la división pluma. Aun así, habiéndose deshecho de Báez con bastante facilidad antes del límite los peso gallo Carlos Caraballo (KOT en el 4º en marzo) y Jason Moloney (abandono en el 7º en junio de 2020), este triunfo por decisión, pese a ser sólido e incuestionable, quizás no haga mucho para apoyar las pretensiones y la proyección de Vargas en la división pluma.

Sea como sea, por el momento Vargas ha dado el importante paso de sacudirse la inactividad y mostrarse físicamente preparado, tocando ahora aguardar para ver qué ruta hacia el título decide elegir para él Premier Boxing Champions y si en 2022 se volverá a poner sobre la mesa el duelo ante el monarca WBC Gary Russell Jr. (en marzo el Consejo llegó a dar por hecho oficialmente el combate) si este vence a su retador obligatorio Mark Magsayo.