Óscar Valdez impacta el golpe de la victoria ante Miguel Berchelt

Valdez se libra de sanción por un nuevo perdón a un positivo en test antidopaje del WBC

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Podríamos dedicar páginas a analizar, recordar precedentes y desmigajar punto por punto lo ridícula y abyecta que resulta la explicación dada por el WBC para perdonar el positivo en dopaje de Óscar Valdez, pero dedicar tanto esfuerzo a estas alturas al Consejo Mundial de Boxeo es completamente innecesario, ya que la decisión de este organismo es, más allá de repulsiva desde un punto de vista moral, injustificable desde la perspectiva racional y simplemente una arbitrariedad desmedida.

Los hechos son que Óscar Valdez dio un positivo en test antidopaje por una sustancia en la lista de prohibidas por VADA (que no distingue entre positivos en “competición” o “fuera de competición”) y que el WBC a través de su Programa de Boxeo Limpio teóricamente se adhiere al 100% a las normas VADA. Con todo, según el perdón emitido hace unas horas, el WBC simplemente va a ignorar al órgano antidopaje al que está unido y va a permitir que Valdez siga reinando sin consecuencias reales.

De ese modo, el WBC sigue nadando en el fango al que él mismo se ha arrojado, estando a las puertas de convertirse con muchísima diferencia en el peor organismo del boxeo mundial. Y es que, si la WBA sigue firme en su política de reducción de campeones y establece un único titular en su organismo por división, el WBC se quedará en cabeza como el organismo que más daño hace al boxeo.

De todos modos, incluso si los múltiples titulares de la WBA se mantuviesen, en ningún momento este organismo ha actuado de forma tan reprobable como el WBC con su constante perdón a dopados, algo que la Asociación no ha hecho todavía. No hay que perder de vista que la WBA, aunque ha ofrecido sanciones absurdamente bajas como todos los demás organismos, ha actuado contra los dopados, existiendo una diferencia clara entre las malas obras de carácter “deportivo”, o sea la creación de falsos cinturones, etc., y dar vía libre a los dopados para que dañen a sus rivales.

Por otra parte, el WBC también se ha añadido a la creación de falsos cinturones con el título franquicia, habiendo generando incluso más confusión que la WBA con sus supercampeones y campeones regulares.

El WBC está siendo tan injusto y tan negligente que lo necesario sería que, como le sucedió a la IBF años atrás, las autoridades judiciales pertinentes abordasen una investigación profunda para ver qué hay detrás de su constante favorecer a determinados boxeadores incluso aunque ponen en riesgo la salud de sus rivales. De todos modos, hay que tener en cuenta que con sus perdones a dopados el Consejo ha favorecido vez tras vez los intereses de la gran industria boxística, así que, a no ser que se produzca un improbable ultimátum de las comisiones estadounidenses como el que movió a la WBA a su reducción de titulares, estamos destinados a ver más dopaje perdonado.