Pierce O'Leary

Willibaldo García perdió por cuestionable decisión dividida ante el excampeón mundial Butler. Sobrecogedor KO de O’Leary a Marsalek

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Bolton Whites Hotel, Bolton, Reino Unido. Peso gallo.

La pelea estelar de la cartelera de MTK ofreció un entretenido choque entre el excampeón mundial británico Paul “Baby Faced Assassin” Butler 33(15KO)-2(1) y el mexicano Willibaldo “Sullo” García 12(6KO)-5-1, remplazo con muy poco margen de tiempo del rival original Joseph Agbeko que ofreció una actuación tremendamente tenaz. Pese a ello, y aunque era perfectamente justificable el triunfo del visitante, éste cayó derrotado muy cuestionablemente por decisión dividida con un 95-94 a su favor y un 96-94 y un 97-92 a favor de Butler.

La amenaza que suponía García era apreciable, y dio muestras de ella y de su deseo de dar la sorpresa al comienzo del primer asalto, en el que encerró a su oponente y descargó contra él fuertes curvos. Sin embargo Butler, llegando antes en un intercambio, sacó un cruzado de izquierda que tiró al tapiz al visitante, quien en la reanudación fue alcanzado por nuevos crochés nítidos. En el segundo episodio García, recuperado, volvió a cargar al ataque, conduciendo de nuevo contra el ensogado a su rival y arrojando curvos con potencia, pero el exmonarca no se arrugó, bloqueó y sacó contundente respuesta al torso.

Era necesario mucho coraje para, después de una caída, sostener tales ofensivas, más aún cuando en el tercer round García recibió nítidos cruzados zurdos (que habrían tumbado a muchos otros boxeadores) y algún fortísimo hook al torso. De todos modos, aunque su actitud era encomiable, el mexicano se estaba llevando la peor parte y necesitaba un punto de inflexión, con el que amagó en el cuarto episodio con algún duro uppercut entre sus arriesgadas ofensivas, si bien sus ataques tardaron en provocar daños determinantes ante un Butler que gestionaba bien sus bloqueos y que era astuto con sus contragolpes.

Con todo, para el séptimo round el local dio ya muestras claras de estar desgastado por los puños y el ritmo de su rival, quien continuó presionando con fiereza en el siguiente episodio, en el que Butler pareció dañado por los curvos de García. En el noveno asalto la cadencia de golpeo del local se vio realmente reducida, recibiendo cerrado los incansables ataques del mexicano, que concluyó con fuerza el combate en un décimo round en el que de nuevo impuso su frecuencia de ataques y su voluntad inquebrantable ante un Butler que intentó tener un repunte de actividad.

Dejando de lado la polémica y que García se ha ganado una nueva buena oportunidad, el hecho es que Butler, pese a los éxitos que tuvo en la primera mitad, volvió a dar motivos para el escepticismo respecto a posibles pugnas ante la élite del peso gallo. Y es que, aunque es un púgil técnicamente sólido y con ciertos recursos, carece de la capacidad de definición, de la contundencia y de la gestión de la presión a largo plazo como para poder medirse con grandes posibilidades de éxito a la élite.

Sobrecogedor KO
Muchos pensaban que, por lo visto en anteriores pugnas, el peso superligero irlandés Pierce “Big Bang” O’Leary 7(3KO)-0 no tenía buena pegada. Con todo, en la noche del viernes éste logró uno de los mayores knockouts del año en las Islas Británicas sobre el checo Jan Marsalek 8(7KO)-4(3), quien llegaba de una controvertida derrota ante el prospecto estadounidense Kelvin Davis (a quien derribó) pero que fue espectacularmente abatido por O’Leary.

Los dos púgiles hicieron algunas pruebas ofensivas que dieron lugar a acciones un tanto desordenadas, si bien era O’Leary quien tenía un mayor acierto, algo que quedaría de manifiesto de forma definitiva en el segundo asalto. Y es que al lanzarse al ataque Marsalek se topó con un excelentemente certero gancho zurdo a la contra de O’Leary, puño que estalló contra su rival derrumbándolo aparatosamente y sin posibilidad de continuar. De hecho, el boxeador permaneció minutos tendido antes de ser sacado en camilla del ring, momentos durante los que O’Leary, a diferencia de otros púgiles que se pierden en celebraciones y saltos mortales sin tener en cuenta el estado de sus rivales, se mostró verdaderamente preocupado, siendo animado por su equipo.