Jaime Munguía terminó en seis rounds con Kamil Szeremeta en el combate estelar de velada de Golden Boy Promotions y DAZN

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Don Haskins Center, El Paso, Estados Unidos. Peso medio.

Está por ver cuándo llegará el primer asalto mundialista en el peso medio para el excampeón mexicano del peso superwélter Jaime Munguía 37(30KO)-0, pero parece que el atraso de la pelea de campeonato no le está viniendo mal al púgil, que pese a tener todavía bastante que pulir en su boxeo mostró mejora en algunos aspectos y obligó a abandonar a Kamil Szeremeta 21(5KO)-2(2) en el sexto asalto.

El combate se inició con ambos boxeadores en el centro del ring y realizando pruebas, sobre todo con sus jabs, desde la distancia media, situación en la que Szeremeta llegó con algún seco directo de mano adelantada, y en la que el mexicano realizó algunos ataques fuera de distancia, pero en la que Munguía se llevó la mejor parte con algunos uno-dos, ganchos diestros abajo y cortas series de hooks. Lo cierto es que, al margen de algunos fallos defensivos al ejecutar inadecuadamente las esquivas de cintura, Munguía parecía mejor equilibrado y posicionado que en anteriores ocasiones, algo que contribuyó a que sus golpes en uno-dos y gancho tuviesen potencia cuando empezó a atacar con más decisión en el segundo round.

A base de astucia el polaco realizaba alguna conveniente selección de cortos rectos y se apoyaba en algunos útiles bloqueos, pero la diferencia en contundencia entre ambos era muy grande y los rectos diestros enlazados con uppercut de mano adelantada del excampeón mundial evidentemente estaban teniendo más efecto que cualquiera de los puños de su contrincante. Esto se empezó a dejar notar de forma más clara aún cuando en el cuarto round las distancias se acortaron y Munguía descargó fortísimos ganchos y uppercuts que superaron totalmente a los hooks al cuerpo lanzados por un Szeremeta que estaba perdiendo tensión y explosividad.

Esto no hizo que Szeremeta se rindiese, sino que éste intentó sorprender con aislados directos, tiró algún eficaz jab en la distancia media o buscó alguna contra con cruzado diestro, pero no podía igualar o contener el peligro ofensivo de su rival, un Munguía que en el quinto round ya sacudió un tanto al exretador mundial con un gancho de mano adelantada antes de atacar con amenazantes series. Finalmente, ya en el sexto asalto, aunque el polaco intentó seguir replicando con sus ganchos fue dañado por contundentes combinaciones de curvos y directos de Munguía, que con sucesivos derechazos de nuevo estremeció a Szeremeta. Éste valientemente siguió tratando de conectar su directo hasta la conclusión del round, pero sería el último que combatió, ya que no saldría al siguiente.

Si retrocediésemos un buen puñado de combates y comparásemos una actuación de entonces de Munguía con su versión actual podríamos apreciar que ha evolucionado, dado que ni se arroja en tan desmedidos ataques, ni descuida tanto los golpes recibidos, ni cede innecesariamente la iniciativa. De hecho, su planteamiento firme y combativo, acompañado de un buen posicionamiento de piernas y una adecuada repartición del peso, parecen mejoras evidentes. Con todo, la pregunta es si estos nuevos añadidos a su boxeo, lastrado todavía por brechas defensivas y una escasa fluidez en la reacción elusiva a los golpes rivales, son suficientes para vencer ahora mismo a la élite de la división.

Por el momento, Golovkin parece focalizado en una pelea ante Ryota Murata, mientras que un duelo ante Jermall Charlo parece poco viable por la actitud de las promotoras de ambos (especialmente PBC), pareciendo por lo tanto que el combate ante Demetrius Andrade, monarca mundial WBO del peso medio del que es aspirante obligatorio, es el más factible, especialmente compartiendo además los dos vinculación con DAZN. No obstante, habiendo manifestado Munguía y su promotor que no tienen ninguna prisa para asaltar los mayores encuentros en la categoría, no se puede descartar para nada que en su próxima subida a un ring el exmonarca se enfrente a un top 15 que sea un paso adelante respecto a sus anteriores rivales en el peso medio pero quizás no un riesgo determinante.