Evgeny Romanov venció por amplia decisión unánime al noqueador Kudryashov en el primer combate del peso puente/bridger
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Khimki Basketball Center, Khimki, Rusia. Eliminatoria WBC del peso bridger.
Quizás la noticia de la pelea fue que no hubo un knockout, ya que enfrentándose dos buenos pegadores y teniendo el no favorito fama de contar con un encaje limitado, parecía casi inevitable un resultado sin llegar al veredicto. Sin embargo, aunque el invicto ruso Evgeny Romanov 16(11KO)-0 alcanzó con una incontable cantidad de golpes de poder a su compatriota Dmitry Kudryashov 24(23KO)-4(3), que había sufrido todas sus derrotas antes del límite, el duelo terminó llegando a la lectura de cartulinas favorable al primero de ambos. Las tarjetas fueron de 120-108 y doble 119-109 para este primer combate pactado oficialmente en la nueva división inventada por el WBC, el peso bridger o peso puente.
El dominio de las acciones de Romanov durante la primera mitad fue incuestionable, basándose esencialmente en una selección de golpes excelente, en una perfecta gestión de los tiempos de ataque y contraataque y en una gran astucia. Así, ante los poderosos jabs de Kudryashov, Romanov replicaba con un dos-uno, o sea lanzaba su derecha por encima del jab de su oponente y enlazadamente conectaba su propio directo de mano adelantada en el hueco creado. Esta acción se repitió muchas veces, al igual que nítidos uno-dos y cortos rectos de izquierda combinados con potentes crochés diestros, de modo que el rostro de Kudryashov se enrojeció, el púgil se desgastó y pareció perfilarse la conclusión.
Sin embargo, aunque hasta ahora las derrotas habían llegado antes del quinto round para este boxeador que busca noquear o que le noqueen, Kudryashov logró soportar el castigo de su fuerte compatriota, incluso a pesar de que en el séptimo episodio quedó tocado y contra las cuerdas. Lo cierto es que en adelante el control de Romanov no resultó ya tan sólido, puesto que, si bien sus uno-dos siguieron llegando y también fijó la guardia de su rival con rectos y le asestó hooks al torso, el invicto comenzó a cansarse después de tantos puños lanzados.
De ese modo, y volviéndose sus esquivas menos precisas, Romanov comenzó a exponerse a la descomunal pegada de Kudryashov, que con sus agresivos ganchos tenía un peligro evidente, ya que incluso cuando su oponente bloqueaba el golpe era sacudido por él. Aun así, y aunque hubo cierta amenaza en el ambiente con Romanov estando ya algo más lento y Kudryashov buscando un puño que le diese una remontada, el favorito usó su control de los espacios y algunas oportunas esquivas, junto a ciertos rectos, para terminar haciéndose con la victoria.
Teniendo en cuenta la tosquedad que le lastra y los precedentes en anteriores duelos decisivos, pese a la clara derrota, Kudryashov tuvo una actuación en cierto modo meritoria, dado que, aunque recibió una enorme cantidad de manos claras, esta vez su resistencia no se derrumbó a la primera de cambio, soportando el castigo con entereza, manteniendo cierto orden y tratando de buscar su oportunidad para conectar una mano decisiva hasta alcanzar el duodécimo asalto. De hecho, ante un rival de menos nivel técnico y con menor bagaje amateur podría haber apuntando al triunfo, si bien Romanov es un púgil con evidentes cualidades y se hizo con una nueva amplia victoria que demuestra que podría ser un top 15 muy interesante en el peso pesado.
Con todo, oficialmente para el WBC este duelo por encima del peso crucero no fue en el peso pesado, sino en el nuevo peso bridger, “categoría” para la que esta pugna sirvió como una eliminatoria final al título. Dicho de otro modo, Romanov está emplazado a enfrentarse al ganador del “mundial” inaugural Óscar Rivas vs. Bryant Jennings. Quizás, si alguien se lo pasó bien con el Kudryashov-Romanov y se divierte también con el Rivas-Jennings, un futuro duelo entre los vencedores de ambos duelos lo acoja de forma positiva, pero el entretenimiento no legitima la nueva “división”. Y es que si se mira el ranking del peso puente este nivel de combates es el máximo que puede dar de sí ahora mismo, siendo una categoría muy inferior en cuanto a nivel medio de aspirantes respecto al peso crucero y el peso pesado y una excusa para que el Consejo aumente sus ingresos.
No obstante, con cada boxeador que acepta incluirse en los rankings y con cada promotor que paga miles y miles de euros/dólares para vincular un combate a la nueva división, el WBC gana una batalla y sigue sumando dinero fácil, estando un paso más cerca de que los otros organismos le imiten y acepten el peso puente como una división oficial.