Claressa Shields

Claressa Shields se convirtió en monarca indiscutida en una segunda división venciendo a Marie Eve Dicaire

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Dort Federal Event Center, Flint, Estados Unidos. Campeonato mundial femenino WBA, WBC, WBO e IBF. En juego la corona indiscutida de la división del peso superwélter.

Tras proclamarse campeona mundial indiscutida del peso medio, la estadounidense Claressa “T-Rex” Shields 11(2KO)-0 se convirtió la pasada noche en monarca indiscutida en una segunda división al aunar las cuatro coronas mundiales del peso superwélter. Para ello venció por amplísima decisión unánime en una unificación a la canadiense Marie Eve Dicaire 17(10KO)-1, siendo las tarjetas de los jueces de justo triple 100-90.

El boxeo que le había permitido a Dicaire proclamarse campeona superwélter y frustrar a sus rivales, basado en una alta movilidad y en débiles pero rápidos ataques desde la distancia larga, le sirvió de muy poco en esta ocasión, puesto que, al margen de algún muy esporádico jab o directo, su precisión fue baja y no pudo igualar la claridad de los puños de Shields. Y es que la oro en los Juegos Olímpicos se mostró afiladísima al contragolpe, conectando ganchos zurdos, crochés diestros y directos nítidos y explosivos como réplica a las entradas de Dicaire.

La ventaja en reflejos y en velocidad de manos de Shields era tan grande que incluso cuando, repetidas veces, falló un derechazo tuvo tiempo seguidamente de encadenar un hook de mano adelantada que sí conectaba antes de que su rival pudiese reaccionar. De ese modo, pudiendo incluso convertir sus errores en aciertos y no teniendo profundidad el boxeo de Dicaire (que carece de habilidades en corta y que recurre al clinch cuando los espacios se reducen), Shields incluso se decidió durante momentos de la segunda mitad a tomar la iniciativa y realizar ofensivas con combinaciones de ganchos ante una oponente que se fue cansando por su constante movilidad.

Quizás se le pueda reprochar a Shields que en varias ocasiones permaneció estática y expectante, no pudiéndose saber si no quería arriesgar y prefería mantenerse firme en su acertada estrategia contragolpeadora o si simplemente buscaba una mano decisiva con la que respaldar sus promesas de knockout, si bien es cierto que esta inactividad le permitió ahorrar energías y hacerse todavía más dominadora en la segunda mitad.

Imagen del enfrentamiento Claressa Shields vs. Marie Eve Dicaire

Habiendo conseguido un logro de las dimensiones de aunar los cuatro cinturones mundiales de dos categorías, de nuevo se vuelve a hablar de que Shields podría ser la mejor boxeadora de todos los tiempos, aunque es necesario, antes de asegurar cosas tan osadas, tener en cuenta un factor: lo despobladas que están las categorías de más peso del boxeo femenino. Dicho de otro modo, si sumamos a todas las púgiles activas que militan en el peso supermedio (18), peso medio (39) y peso superwélter (41) nos sale un número de 98 boxeadoras, incluyéndose debutantes y boxeadoras modestísimas. En cambio, por ejemplo, contando únicamente a las boxeadoras del peso pluma femenino se obtiene un número de 133 púgiles, o sea que ni siquiera sumando tres categorías pesadas se equipara en cantidad de boxeadoras a una única división más ligera.

Esto significa que, al haber muchas menos boxeadoras en las divisiones superiores de peso, el nivel competitivo es más bajo y es más fácil conseguir la gesta de la unificación total de la categoría, por lo que, aunque es un extraordinario logro, no tiene el mérito equivalente a una proclamación indiscutida en un peso con el triple de oposición.

Al margen de esto, es indudable que Shields es una top 3 libra por libra del boxeo femenino y que perfectamente se le puede dar el número 1 si así se considera conveniente en esta lista extraoficial, subjetiva y personal. Por otro lado, da la sensación de que Shields tiene margen de sobra para bajar peso hasta la división wélter, en la que Jessica McCaskill es la monarca indiscutida (disputará una revancha contra Braekhus la próxima semana), pudiendo apuntar así a una nueva pugna de gran trascendencia en la que perfectamente podría imponerse y seguir agrandando sus méritos y su legado.