Imagen del combate entre Franco Ocampo y Brian Chaves

Brian Chaves regresó a la senda del triunfo con decisión técnica sobre Franco Ocampo

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Arena Maipú, Maipú, Argentina. Peso wélter.

Tras padecer una primera derrota, además por knockout, muchos son los boxeadores que en su siguiente combate no tienen una buena actuación o que incluso padecen un nuevo tropiezo, ya sea por la pérdida de moral o por cualquier otra causa. Sin embargo, este no fue el caso del argentino Brian Damián Chaves 12(3KO)-1(1), que después de una derrota en un asalto ante el invicto prospecto Jeremías Ponce no sólo regresó a la senda del triunfo sino que además logró su mayor victoria hasta la fecha al derribar en dos ocasiones y superar por decisión técnica a su compatriota Franco “Cazador” Ocampo 13(5KO)-2. Las puntuaciones fueron de 75-73 y 76-75 a favor de Chaves y de 74-75 a favor de Ocampo.

La victoria del zurdo Chaves se comenzó a fraguar desde los primeros asaltos, que le otorgaron una amplia ventaja en las tarjetas. Y es que en los instantes iniciales del round de arranque conectó una combinación croché diestro-directo de izquierda que hizo caer sobre las cuerdas a Ocampo, quien recibió por ello una cuenta del árbitro conforme al reglamento.

El knockdown no dejó afectado al púgil y la pugna siguió un desarrollo normal en la reanudación, con Chaves intentando presionar y con Ocampo intentando desplazarse y sorprender con arremetidas. Con todo, aunque Ocampo logró sacudir con un directo diestro a su oponente en el segundo episodio y tuvo algún buen momento, en este mismo asalto padeció una nueva cuenta al caer a la lona por una combinación de croché de mano adelantada y directo, si bien esta vez tampoco quedó críticamente dañado.

Por si todo esto fuese poco, Ocampo sufrió un corte en torno a su ojo derecho por un choque de cabezas en el tercer episodio, desafortunado hecho que empeoró todavía más la situación para él y que contribuyó a que se mostrase más desacertado ante un Chaves muy concentrado, afilado y eficaz, tanto que en el cuarto asalto sacudió a su contrincante por un directo zurdo.

En los posteriores rounds, la situación estuvo más calmada, puesto que Chaves no necesitaba forzar una gran actividad para ir imponiendo sus golpes rectos al ataque y Ocampo se había quedado en parte disuadido en tareas ofensivas por los contragolpes recibidos. No obstante, en el octavo round la situación amagó con dar un vuelco, puesto que una derecha, pese a no alcanzar bien a su objetivo, hizo que Chaves tocase el tapiz con el guante y recibiese una cuenta, recibiendo además éste el descuento de un punto posteriormente por un cabezazo contra su adversario.

Este asalto de 10-7 iba a ajustar las puntuaciones y a emplazar la pugna a un interesante desenlace, aunque en ese momento la pelea se detuvo, ya que el cabezazo padecido por Ocampo le había provocado una aparatosa hemorragia nasal que le impedía continuar, llegándose así a las tarjetas y a la victoria de Chaves.

Es innegable que Ocampo vio afectada su actuación por la mala fortuna en diversos momentos y que, de no haberse tenido que parar el encuentro en el octavo round, los últimos dos asaltos podrían haber deparado una conclusión diferente para el enfrentamiento, pero aunque el duelo tuvo un final deslucido es cierto que Chaves tuvo una actuación muy meritoria. Llegando de una desmoralizante derrota y enfrentándose a un complicado rival, Chaves se mostró incisivo desde los primeros compases, supo imponerse en el centro del ring y contener a su rival con su presión y puso las bases para el triunfo, el más importante que ha logrado hasta la fecha en su trayectoria profesional y que le emplazará a nuevas buenas oportunidades en el circuito de su país.