Victorias de Torres, Ahlin y Gurría en el respaldo de la velada de Torrelavega

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Bolera Severino Prieto, Torrelavega, España.

Antes de que Sergio Martínez y Sergio García subiesen al cuadrilátero se produjeron, en la cartelera principal, tres combates en los que se impusieron los favoritos, siendo uno de ellos el peso pluma filipino-noruego Bernard Angelo Torres 13(5KO)-0, que derrotó al rumano, afincado en España, Costin Ion 8(3KO)-3-2 por decisión dividida. Las puntuaciones fueron de acertado doble 78-76 a favor de Torres y de excesivo 76-77 a favor de Costin.

El choque resultó interesante, produciéndose explosivos y veloces encontronazos entre ambos al comienzo, aunque fue Torres, que trató de anticiparse y mostrarse más activo, el que consiguió llevarse la mejor parte ante un Costin que, de todos modos, conectó buenos directos y ganchos de mano adelantada. Con todo, con el paso de los minutos Torres asentó todavía más su posesión de la iniciativa y su ventaja gracias a un sólido manejo del jab, de las entradas y salidas y de sus series de rectos al ataque.

Lejos de rendirse, Costin intentó ajustar manteniéndose en el centro del ring y buscando hooks con variación de altura y golpes rectos, pero aunque logró impactar buenas manos, por lo general su éxito se vio contenido por el acierto defensivo de un Torres atento tanto para bloquear y esquivar como para aprovechar huecos a la contra. Por la efectividad desplegada, finalmente el invicto consiguió volver a presionar y certificó un solvente triunfo ante un duro y competente rival.

Por el momento, Torres todavía no ha peleado a 10 asaltos y tiene poco más de una decena de combates, así que no se deben realizar lecturas precipitadas. Con todo, está desarrollándose de forma muy satisfactoria, está dejando buena imagen y se ha convertido en un boxeador en ascenso al que prestar atención en la escena continental.

Posteriormente se produjo la pelea del peso semipesado sueco Oscar Ahlin 20(18KO)-2, que venció por knockout en el sexto episodio al tenaz checo Ondrej Budera 13(8KO)-20(8)-1.

Usando su uno-dos en la distancia media-larga y con algunos ganchos enlazados con uppercut en corta, Ahlin consiguió al comienzo tomar la iniciativa y conectar manos claras contra su adversario. De todos modos, Budera no cedió ante la presión, sino que aguantó el terreno para valientemente contragolpear con ganchos y realizar algunas buenas contraofensivas con las que alcanzó a su rival. Así, Budera logró mantener las acciones disputadas hasta cierto punto ante un oponente un tanto desidioso, si bien el tenso jab de Ahlin y sus golpes de poder le habían situado por delante en las tarjetas antes de que en el sexto round un gancho al hígado pusiese de rodillas en la lona al checo, que no consiguió responder a la cuenta del árbitro.

Antes de sus derrotas contra las piedras de toque Donfack y Mendy, Ahlin era un joven prospecto con algo de proyección, pero el tiempo pasa, los éxitos destacados no llegan y en los últimos cuatro años sólo se ha medido a rivales modestos o muy modestos, de modo que si pretende disputar combates de relieve no tiene tiempo que perder y deberá buscarlos ya, algo que en una división como el peso semipesado podría ponerle en choques muy complicados.

En cuanto al combate que abrió la retransmisión de la cartelera principal, en un duelo del peso medio el excampeón de España Ezequiel Gurría 14(3KO)-1(1) logró una victoria por decisión dividida en un contendido duelo ante el muy voluntarioso Fernando Heredia 3(1KO)-8(4), que en varios momentos supo aprovechar con volumen de golpes la sobreconfianza de su oponente. Las puntuaciones fueron de 59-55 y de 58-56 a favor de Gurría y de 56-58 a favor de Heredia.

Resultó innegable que Gurría poseía la ventaja en habilidad, algo que quedó de manifiesto con brillantes esquivas tanto estáticas como dinámicas y con contragolpes llenos de destreza que resultaron las manos más llamativas. Sin embargo, aunque durante varios asaltos Heredia recibió golpes nítidos que decantaron en su contra la pugna, en otros su trabajo constante y tenaz le permitió presionar a Gurría, quien repetidamente se excedió en su confianza bajando las manos en la pelea cuerpo a cuerpo y por ello recibió puños que podría haber evitado si hubiese mantenido su guardia arriba o si hubiese buscado salir del encierro e imponer su técnica desde la distancia larga.

Aunque Heredia no contaba con una pegada para amenazarle y si bien la brillantez técnica del favorito pudo hacer olvidar sus defectos, el menosprecio a las manos rivales hizo que la pelea estuviese más igualada de lo que Gurría debería haber permitido, siendo evidente que este es un aspecto que debe resolver, especialmente si pretende disputar una revancha ante un David Soria que le noqueó en dos rounds el pasado febrero.