José Enrique Durantes Vivas

Victorias de Vivas, Randall y Tucker en las primeras peleas del Lomachenko-López

Daniel Pi
@BastionBoxeo

MGM Grand, Las Vegas, Estados Unidos.

De las tres pugnas que supusieron el arranque de la velada del Lomachenko-López, la más breve de todas fue la que dejó la victoria del peso pluma mexicano José Enrique Durantes Vivas 20(11KO)-1 en un solo asalto ante el filipino John Vicente Moralde 23(13KO)-4(3), boxeador que había llegado a la distancia ante el monarca mundial Jamel Herring. Las acciones a penas se prolongaron ya que, al entrar ambos en un clinch, el mexicano impactó un gancho zurdo que tiró a la lona a Moralde, quien fue perseguido en la reanudación y alcanzado con un croché diestro y un par de hooks zurdos al torso antes de volver a caer al tapiz y de que el tercer hombre decretase el final del choque.

Pasando al enfrentamiento del prometedor peso wélter Quinton Randall 7(2KO)-0, éste tuvo dificultades notables ante el agresivo planteamiento del puertorriqueño Jan Carlos Rivera 4(4KO)-1, al que se impuso con cuestionables cartulinas de 59-55 (injustificable) y doble 58-56. Y es que Rivera perfectamente habría podido recibir un veredicto de triunfo o de empate si no hubiese sido su rival un boxeador estadounidense de notable proyección, ya que durante buena parte del choque su intensa presión condujo de espaldas a las cuerdas a Randall, asestando contra él hooks no demasiado potentes o claros pero muchísimo más numerosos que las muy aisladas contras del irresolutivo local. Así se desarrollaron las acciones durante los primeros cuatro asaltos, si bien en los últimos dos rounds Randall aprovechó el cansancio de su adversario para mantener algo mejor los espacios y usar sus directos con mayor efectividad.

Mucho más solida fue la actuación del otro prospecto peso wélter participante en la velada, ya que el invicto Jahi Tucker 2(1KO)-0 logró una amplia victoria unánime (triple 40-36) sobre Charles Garner 1(0KO)-1, pelea en la que el púgil de 17 años mostró mucho mejor sus habilidades que el arriba citado Randall. Con fluidez en sus acciones increíble para un púgil tan sumamente joven y con una única pelea profesional, Tucker realizó buenas esquivas de cintura ante los ataques de su voluntarioso oponente y le contragolpeó con variados puños rectos y curvos, manteniendo una notable precisión y reduciendo apreciablemente la de su contrincante, que incluso cuando encerraba al destacado púgil amateur erraba manos por la hábil defensa estática de éste. Por ello, teniendo acierto avanzando o retrocediendo, y pese a algunos fallos (como encimarse con arremetidas frontales), Tucker no dejó dudas de su triunfo pese al empeño puesto por Garner.