Demetrius Andrade

Demetrius Andrade debutó en el peso supermedio con amplia pero tediosa victoria sobre Nicholson

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Capitol One Arena, Washington, Estados Unidos. Peso supermedio.

El debut en el peso supermedio del estadounidense, excampeón mundial en dos divisiones, Demetrius “Boo Boo” Andrade 32(19KO)-0 fue lo que se esperaba, es decir el enésimo rodaje tedioso de su carrera ante un oponente por debajo de su nivel. En este caso el derrotado fue su compatriota Demond “D’Bestatit” Nicholson 26(22KO)-5(2)-1, del que ni siquiera se puede decir que hizo todo lo que pudo en una pelea en la que estuvo expectante, inactivo y conservador. Las puntuaciones en el triunfo unánime de Andrade fueron de triple 100-88.

Andrade arremetió agresivo contra su oponente tras el tañido inicial, pero su intentona ofensiva quedó cortada por clinches, recurso que él mismo usó varias veces también en un primer round entrecortado, feo y con considerable falta de precisión. En el segundo asalto “Boo Boo” se anotó un knockdown, si bien este no fue más que un jab acompañado de un par de golpes a los guantes que desequilibraron a un Nicholson lejos del nivel del top 15 global de la división.

En cualquier caso, Andrade se mostró menos elusivo que de costumbre e intentó tomar el centro del ring y la iniciativa y tener cierta agresividad. Con ello le bastó para impactar jabs, directos zurdos o curvos diestros ante un Nicholson que, más allá de su palabrería, no combatió como un boxeador con ambición buscando dar la sorpresa, sino como lo que es, una piedra de toque que intenta ser competitiva en la derrota.

Aunque Andrade estuvo algo más activo de manos que de costumbre, su actuación no fue ni mucho menos espectacular. Además, en el quinto asalto cayó a la lona al intentar retroceder por unos ganchos al torso, si bien cuando el árbitro miró fuera del ring para comprobar desde qué número debía seguir la cuenta, algo le disuadió de decretar el knockdown. Por lo demás, el choque se desarrolló monótono, entre un Nicholson que no tenía los recursos, la astucia o la garra para ofrecer el necesario trabajo y un Andrade que impuso sus salteados golpes de poder y que sumó otro knockdown en el último round con un cruzado zurdo pero que, en general, fue conformista y que ni siquiera cuando intenta entretener lo consigue.

El hecho de que Andrade neutralizase a Nicholson y le ganase todos los asaltos quizás sea considerado por algunos muestra de su nivel, pero no se debe pasar por alto que este mismo púgil fue derrotado por KOT en el séptimo round por un Jesse Hart que no es precisamente un top 10 libra por libra. Lo cierto es que aunque su alcance, velocidad y heterodoxia le hacen ser un púgil intrincado, Andrade todavía no ha demostrado que esto pueda bastarle ante un boxeador del máximo calibre (sus mayores victorias hasta ahora han sido ante Martirosyan, Willie Nelson, Culcay y Liam Williams), algo muy preocupante teniendo en cuenta que ha reinado en dos divisiones y que lleva catorce años como profesional.


Demetrius Andrade

Demetrius Andrade made his super middleweight debut with a one-sided but tedious victory over Nicholson

Daniel Pi
@BastionBoxing

Capitol One Arena, Washington, United States. Super middleweight.

The super middleweight debut of two-division world champion Demetrius “Boo Boo” Andrade 32(19KO)-0 was what it was expected, that is, the umpteenth dull tune-up of his career against an opponent below his level. In this case, the loser was his compatriot Demond «D’ Bestatit» Nicholson 26(22KO)-5(2)-1, of whom it cannot even be said that he did everything he could in a fight in which he was too expectant and inactive. The scores in Andrade’s unanimous decision win were triple 100-88.

Andrade attacked his opponent aggressively after the initial bell, but his offensive attempt was stopped by clinches, a resource that he himself used several times in an ugly first round with a considerable lack of precision. In the second round, «Boo Boo» scored a knockdown, although this was nothing more than a jab accompanied by a couple of blows to the gloves that unbalanced Nicholson, who is far from the level of the division’s top 15.

In any case, Andrade was less elusive than usual and he tried to take the center of the ring and the initiative and have some aggressiveness. With this he had enough to land jabs, straight lefts or right hooks against Nicholson who, despite what he said before the bout, did not fight as an ambitious boxer looking to score an upset, but as what he is, a stepping stone trying to be competitive in defeat.

Although Andrade was somewhat more active with his hands than usual, his performance was by no means spectacular. In addition, in the fifth round he fell to the canvas trying to back off from body hooks, although when the referee looked out of the ring to check from which number he should continue the count, something dissuaded him from ruling the knockdown.

For the rest, the clash was monotonous, as Nicholson did not have the tactical or technical resources, the cunning or the grit to offer the necessary work and Andrade imposed his sporadic power shots and scored another knockdown in the last round (with a left overhand) but, in general, wasn’t aggressive enough and couldn’t entertain even though he tried harder than in many other bouts.

The fact that Andrade neutralized Nicholson and won every round may be considered by some a prove of his level, but it should not be overlooked that this same fighter was defeated by TKO in the seventh round by Jesse Hart, who is not exactly a top 10 pound for pound fighter. The truth is that although his reach, speed and unorthodoxy make him a difficult fighter, Andrade has not yet shown that this can be enough for him to defeat a boxer of the highest level (his biggest victories so far have been against Martirosyan, Wille Nelson, Culcay and Liam Williams), something very worrying considering that he has reigned in two divisions and that he has been a professional for fourteen years.