Tyson Fury después de la victoria en el tercer combate contra Deontay Wilder

Tyson Fury, que dio positivo por nandrolona, acusa a Usyk de tomar esteroides

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

Hay ocasiones en las que las personas que más tienen que callar son las que más hablan. A día de hoy muchos no lo recuerdan y otros tantos no lo quieren recordar, pero Tyson Fury dio positivo por nandrolona, además de rechazar realizar en otra ocasión un test antidopaje cuando los miembros de UKAD se presentaron por sorpresa. Estas ofensas contra el reglamento podrían haberle supuesto varias temporadas de su carrera, pero UKAD, corruptamente, decidió “castigarle” con una suspensión de dos años con carácter retroactivo emitida dos años después del positivo.

Por si esto fuese poco, la excusa del equipo de Fury sobre este positivo fue que se había comido un jabalí sin castrar y que por eso había dado positivo por nandrolona. Esta patética explicación, que si cabe es peor que la de que alguien se comiera un taco con clembuterol, además se intentó sustentar presuntamente sobornando a un granjero para que mintiese y afirmase que le había vendido la carne, algo que acabó bajo investigación policial. No obstante, el granjero terminó renunciando a declarar oficialmente sobre las delictivas prácticas del equipo Fury tras recibir presiones, apartándose del caso visiblemente asustado.

Teniendo en cuenta además que la muestra que dio positivo se recogió meses antes de su decisivo combate contra Wladimir Klitschko, Fury debería tener la decencia de al menos hablar lo menos posible del tema. Pero viendo cómo la máquina propagandista se ha desbocado y todas sus acciones, incluso aunque resulten reprobables, son alabadas ciegamente y sus ofensas minimizadas, ahora Fury incluso se ha atrevido a lanzar una acusación de dopaje contra un boxeador que nunca ha dado positivo en control antidopaje.

Efectivamente, Fury ha calificado como “hombre esteroide” al campeón mundial unificado del peso pesado Oleksandr Usyk, que ha estado sometido a estrictos tests VADA antes de sus mayores peleas y cuyo aumento de peso en la transición del peso crucero al peso pesado ha resultado de lo más plausible. Hay que recordar que se señalaba que, en su época del peso crucero, entre peleas estaba por encima de los 95 kg, mientras que en su era en el peso pesado ha dado como su cifra más alta 100,4 kg tres años después de abandonar el peso crucero. Asimismo, su cuerpo no ha mostrado una transformación drástica en cuanto a apariencia.

Muchos señalan que al fin y al cabo esta sólo es una de las provocaciones de Fury que tanta gracia hacen a sus seguidores, pero una acusación de tales características sin pruebas podría suponerle una demanda si Usyk, como hicieron en otro tiempo otros boxeadores, decidiese llevar esas acusaciones a los tribunales, o sea que más que una broma es un posible delito.

Por otro lado, Fury debería contentarse con que sus declaraciones muy políticamente incorrectas de hace media década se hayan tirado debajo de la alfombra al igual que su positivo en dopaje y que el público y los expertos estén dispuestos en su mayoría a ser parte de su circo y a aceptar su «historia de superación» sin cuestionarla, puesto que si quiere pelear sucio fuera del ring será el “Gypsy King” quien tiene las de perder contra casi todo el mundo en la división del peso pesado actual.

Tyson Fury después de la victoria en el tercer combate contra Deontay Wilder

Tyson Fury, who tested positive for nandrolone, accuses Usyk of taking steroids

Daniel Pi
@BastionBoxing

There are times when the people who should keep quiet are the ones who talk the most. Many do not remember it and many others do not want to remember it, but Tyson Fury tested positive for nandrolone, in addition to refusing to perform an anti-doping test on another occasion when the members of UKAD showed up by surprise. These offenses could have cost him several seasons of his career, but UKAD corruptly decided to “punish” him with a two-year retroactive suspension issued two years after the positive.

As if this were not enough, the Fury team’s excuse for this positive was that he had eaten a wild boar without castrating and that was why he had tested positive for nandrolone. This pathetic explanation, which is worse than someone eating a taco with clenbuterol, also was connected to the alleged bribing of a farmer to claim that he had sold the meat, something that was under police investigation. However, the farmer ended up refusing to officially testify about the criminal practices of the Fury team after being pressured, leaving the case visibly scared.

Considering also that the positive sample was collected months before his decisive match against Wladimir Klitschko, Fury should have the decency to at least talk about it as little as possible. But as the propagandist machine is working so well and all of his actions, even reprehensible, are blindly praised and his offenses downplayed, now Fury has even dared to launch a doping accusation against a boxer who has never tested positive.

Indeed, Fury has called unified world heavyweight champion Oleksandr Usyk a «steroid man», despite the Ukranian has undergone stringent VADA testing prior to his biggest fights of his career and despite his weight gain in the transition from cruiserweight to heavyweight has resulted very plausible. It should be remembered that, in his time at cruiserweight, between fights he was above 209 lb, while in his heavyweight run 221 lb has been his highest figure, three years after leaving cruiserweight. Also, his body has not shown a drastic transformation in terms of appearance.

Many point out that, after all, this is just one of Fury’s provocations that his followers like so much, but an accusation of such characteristics without proof could lead to a lawsuit if Usyk, as other boxers did, decided to take these accusations to court. So, it is more than a joke.

On the other hand, Fury should be content that his highly politically incorrect statements from half a decade ago have been thrown under the rug as well as his positive on doping and that the public and experts are willing to be part of his circus and to accept without questioning his «inspiring history», since if he wants to fight dirty outside the ring it will be the «Gypsy King» who has more probability to lose against almost everyone in the current heavyweight division.