Beterbiev tuvo que lidiar con brecha y sangre pero derribó y batió por knockout a Marcus Browne en mundial semipesado

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Bell Centre, Montreal, Canadá. Campeonato mundial WBC-IBF del peso semipesado. Segunda defensa de sus cinturones unificados y quinta del título IBF por parte del campeón Beterbiev.

El 100% de triunfos antes del límite del monarca mundial semipesado Artur Beterbiev 17(17KO)-0 se mantuvo anoche sumando a su lista de víctimas otro nombre más, en este caso el del estadounidense Marcus Browne 24(16KO)-2(1), que sufrió un knockdown previo a verse completamente quebrado en el noveno asalto. Sin embargo, esta no fue una defensa sencilla para Beterbiev que, más allá de la habilidad o de los fallos de Browne, tuvo que lidiar con un corte que sangró constantemente y dificultó su visión desde el cuarto asalto.

Como se podía prever, el zurdo Browne comenzó desplazándose cercano a la cuerdas arrojando esporádicos jabs, abiertos curvos y directos zurdos contra un Beterbiev que le perseguía probando con sus directos pero que inicialmente no tuvo el mayor de los éxitos. A ello contribuyó no sólo la ventaja en velocidad y alcance de Browne o sus oportunos movimientos para evitar el ensogado sino también sus clinches en cuanto las distancias se acortaban. Los eventuales directos diestros que el frío y calmado Beterbiev terminaba conectando aisladamente no eran cosa de broma, pero inicialmente las acciones elusivas del retador fueron elementos importantes.

En el tercer asalto la pelea se empezó a intensificar, con Beterbiev logrando llegar con claros hooks zurdos y directos solos o enlazados ante un Browne que se vio obligado a sacar más combinaciones de curvos para tratar de hacerse respetar. Asimismo, los agarres de Browne se volvieron más sucios, entrando con la cabeza por delante y pegando entre forcejeos insistentemente. Esto desembocó en el cuarto episodio en un serio corte en la frente de Beterbiev que sangró preocupantemente, habiendo sido el tajo causado por un flagrante cabezazo “involuntario”. Por ello, el duelo se fue volviendo cada vez más duro, especialmente sintiendo el ruso la necesidad de acelerar tras la brecha, llevando contra las cuerdas a Browne y golpeándole con uno-dos o ganchos arriba y abajo.

Incluso si las prisas llevaban a precipitarse un tanto al campeón, que en muchos momentos difícilmente podía ver con la sangre sobre sus ojos, a Browne no le convenía nada tener delante a un Beterbiev con tanta pegada tratando de causar estragos con ansia, llegando el invicto titular con duros ganchos y rectos que dejaron evidentemente desbordado y hostigado al aspirante en el quinto. En reacción a esto, en el siguiente round Browne trató de moverse más, pero los golpes de poder del monarca unificado en uno-dos-curvo le siguieron mermando. Así, en el séptimo asalto el estadounidense terminó sufriendo un knockdown por un gancho zurdo al hígado enlazado con un directo arriba.

La situación era crítica para Browne, que de nuevo intentó estar más activo en el octavo, pero esto sólo le sirvió para aplazar el desenlace: en el noveno episodio los puños encadenados al torso y a la cabeza con temible precisión por Beterbiev dejaron ya definitivamente roto a Browne, que puso la rodilla en la lona con su rostro mostrando dolor y merma y que no pudo responder a tiempo a la cuenta del árbitro.

A pesar de que Beterbiev tuvo problemas con el peso, de que se ha visto lastrado por continuas inactividades y de que por edad está más cerca del final que del comienzo de su carrera, tuvo de sobra para batallar con un corte y con un boxeador que, pese a los condicionantes en su contra, rindió al máximo de sus posibilidades en esta oportunidad para cambiar su vida. Esto da muestra de lo verdaderamente temible que es Beterbiev, que de haber contando en el pasado con el apoyo que se le otorga a boxeadores mediáticos podría ser un figura mucho más histórica y una estrella con mucho más poder en la mesa de negociaciones.

Sea como sea, hoy por hoy y sin lugar a dudas es junto a Dmitry Bivol uno de los dos máximos exponentes del peso semipesado, de modo que debería aprovechar el momento mientras su rendimiento no dé un bajón crítico y pactar una nueva pelea definitoria para su trayectoria, especialmente ahora que ha quitado de en medio una defensa obligatoria. En este sentido, y dejando de lado las conversaciones sobre una pelea contra Canelo que no es el plan inmediato del mexicano, Beterbiev y Bivol deberían poner todo el esfuerzo posible para medirse o al menos sacar de la ecuación a un Joe Smith Jr., monarca WBO, que es manifiestamente inferior a ellos.