Kieron Conway y James Metcalf durante la proclamación

Jamie Mitchell se coronó nueva campeona mundial venciendo contra pronóstico a Courtenay. Conwell derrotó a Metcalf

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Echo Arena, Liverpool, Reino Unido. Campeonato mundial femenino WBA del peso gallo. Título vacante tras el fallo en la báscula de Courtenay, cinturón sólo en juego para Mitchell.

Después de perder su cinturón en la báscula por más de un kilo y ni siquiera intentar bajar unos gramos, siendo esta además una falta de la que habían precedentes en su carrera, la británica Shannon “The Baby Face Assassin” Courtenay 7(3KO)-2 al menos estaba obligada a ganar ante una púgil ante la que era clara favorita. Sin embargo, cerrando un pésimo fin de semana, Courtenay fue superada por el ritmo y la habilidad de la estadounidense, sin experiencia de calidad y con deslucidos resultados profesionales, Jamie “The Miracle” Mitchell 7(4KO)-0-2, nueva monarca mundial WBA del peso gallo. La victoria mayoritaria de Mitchell llegó con un justo 97-93, un 96-94 generoso con Courtenay y un 95-95 absurdo.

En la mayor oportunidad de su carrera Mitchell no quiso desaprovechar la ocasión y salió muy agresiva, encerrando a su contrincante y lanzando decididas series, pero una Courtenay contra las cuerdas sacó ciertos contundentes contragolpes en hook. No queriendo seguir siendo arrinconada, Courtenay trató de tomar la iniciativa desde el segundo round, aunque sus resultados fueron cuanto menos dispares, ya que conectó algunas aisladas derechas pero recibió incontables rápidos jabs y rectos y cortas series de una Mitchell con un buen juego de piernas.

Así, desplazándose y buscando los huecos o presionando contra el ensogado a la excampeona, Mitchell estaba generando un muy complicado combate para Courtenay, que daba la sensación de tener más poder en sus puños que la visitante pero que era alcanzada por un número de golpes tan superior que no podía igualar el trabajo de su rival. Por lo tanto, con el paso de los asaltos la local parecía estar cada vez más por detrás en las puntuaciones (de hecho, el comentarista Tony Bellew la tenía derrotada pasada la mitad) y necesitaba generar daños críticos si quería evitar que se le escapase la victoria.

Con todo, Courtenay no encontraba esa mano decisiva y los veloces uno-dos de Mitchell, sus entradas y salidas y sus esquivas de cintura la estaban anulando en gran medida y encaminando a la derrota de forma muy clara antes del octavo asalto, en el que la británica logró estremecer a la estadounidense con un derechazo y pareció mover posteriormente a la visitante con algunos hooks. Courtenay tuvo algunos éxitos también en el noveno round con su recto diestro, pero en lugar de volcarse al ataque a la desesperada regresó a incomprensibles cesiones de la iniciativa y en el décimo round incluso fue golpeada por largas series de espaldas al ensogado.

Courtenay no ha dado el peso en más de una ocasión, ha tenido mala actitud en sus declaraciones no pocas veces y ha sido derrotada justamente por dos púgiles que se le habían escogido como víctimas propiciatorias como Rachel Ball y Jamie Mitchell, por lo que algunos sugieren que la púgil ha perdido ya el favor a ojos Matchroom Boxing y que no es descartable su salida de la promotora. Sea así o no, lo cierto es que Mitchell, tras tener decepcionantes actuaciones y falta de brillo en su recorrido profesional, dejó una convincente actuación y una muy merecida victoria como visitante, por lo que es de esperar que pueda encarar defensas de su cinturón en algunas importantes veladas.

Conway regresó a la senda del triunfo
Abriendo la retransmisión de DAZN se produjo el choque entre los peso superwélter Kieron “Too Class” Conway 16(3KO)-2-1 y James “Kid Shamrock” Metcalf 21(13KO)-1(1), duelo entre dos púgiles que pretendían volver al camino de la victoria que terminó con Conway logrando culminar este objetivo. El triunfo de éste llegó por decisión unánime y puntuaciones de 96-94 y doble 96-95.

Aparentemente el plan de Metcalf era ceder el centro del ring a Conway e intentar sorprenderle con esporádicas arremetidas, táctica con la que inicialmente pudo conectar hooks una vez que acortaba los espacios. De todos modos, en sus embestidas asumía riesgos y gastaba no pocas energías, mientras que el ordenado Conway poco a poco iba ajustando su jab, su uno-dos, sus pasos atrás y sus contragolpes curvos, lidiando con su oponente de forma cada vez mejor.

Metcalf insistió con sus eventuales ofensivas, que en bastantes ocasiones acompañó de tosquedad y cierta fiereza a los dos lados del reglamento, pero yendo a más su cansancio dio planos en aumento para contragolpes nítidos y cada vez fue más impreciso, de modo que los llamativos ganchos zurdos de Conway en corta y su breves combinaciones de rectos en media y larga mantuvieron a éste por delante.

Ciertamente, a “Too Class” le faltó picardía en los forcejeos y su ritmo contenido dio margen para que su oponente no se sintiese fuera del duelo y siguiese acometiendo e incomodando, pero las oportunas esquivas dinámicas o de cintura de Conway, sus efectivos rectos y sus contras con reducidos espacios le permitieron evitar que se le escapase la victoria.