Las exageraciones de la propaganda y “el futuro campeón indiscutido en cuatro divisiones” Jaron Ennis
Daniel Pi
@BastionBoxeo
Durante los últimos cuatro años aproximadamente, el estadounidense Jaron Ennis ha recibido una cada vez mayor cantidad de elogios, que cada vez se han vuelto más radicales y exagerados, especialmente cuando han sido explotados y llevados más allá por la propaganda de, primero, PBC y, después, Matchroom Boxing, y sus medios afines.
En un principio se habló de que era un talento excepcional, algo que podía ser cierto. Luego se dijo que tenía el potencial para hacer cosas verdaderamente grandes, algo que quizás era una proyección racional. Pero posteriormente la bola cada vez se hizo más grande: se dijo que era “un indudable futuro Salón de la Fama”, “el mayor talento que ha visto el boxeo en los últimos 30 años” o, en arrebatos de verdadera locura, incluso se dijo de él que iba a ser “campeón indiscutido en cuatro divisiones”.
Muchas de estas y otras frases tan osadas, se dijeron con buena intención hacía el púgil, mostrando simplemente un apoyo incondicional pero increíblemente ilógico de gente que lo conocía o que era de su misma ciudad. Pero otros afirmaron tales cosas únicamente intentando apoyar planes de promotoras o por meras cuestiones político-sociales o económicas.
En cualquier caso, tuviesen los elogios desmedidos buena intención o no, el hecho es que la víctima de ellos ha terminado siendo el propio Ennis, que el sábado, en su revancha ante Karen Chukhadzhian tuvo una actuación que no estuvo precisamente a la altura de un “futuro campeón indiscutido en cuatro divisiones”. Muy al contrario, después de dominar y vencer por decisión un primer combate ante Chukhadzhian bastante tedioso, en la revancha Ennis dio más entretenimiento pero mostró muchos defectos.
Estos se notaron especialmente en defensa, ya que contra un boxeador ante el que tenía una enorme ventaja en calidad técnica, reflejos, velocidad, alcance, etc., Ennis fue alcanzado de forma repetida y con suma facilidad por jabs, ganchos zurdos, directos diestros y otros golpes que, de no haberlos lanzado un boxeador con sólo 54% de triunfos por knockout sino un rival de élite, podrían haberle puesto en claros apuros.
Que Ennis ganase con menos margen que en el combate precedente no es verdaderamente lo más preocupante, sino lo fue que el púgil en muchos momentos mostró un exceso de confianza desmedido y realmente peligroso con el que pareció evidenciar que ha interiorizado las exageraciones que se han dicho de él en los últimos años.
Ennis no pareció muy descontento con su actuación y tras el combate se justificó diciendo que Chukhadzhian no es el tipo de boxeador que te motiva a darlo todo, ya que no es un oponente de gran nivel. Pero sobre el ring no pareció que Ennis combatiera a desgana ante un oponente ante el que era muy superior, sino que pareció que hizo un esfuerzo real para obtener un mejor resultado que en el primer combate y terminó teniendo algunos momentos verdaderamente contendidos y recibiendo demasiados puños sin lograr anotarse el knockout.
Así, muchos, reaccionando a las exageraciones que se han dicho de Ennis, ahora lo están criticando de forma durísima, yendo a un extremo opuesto y descartando en él cualquier tipo de talento y potencial para lograr grandes éxitos, giro de los acontecimientos inevitable cada vez que se va más allá de lo racional al evaluar a un púgil. A esto, además, se suma el hecho de que Ennis no se ha medido nunca a un adversario de élite, cosa que, sea o no debido a que le evitan o a que está siendo protegido, afecta muy negativamente a su prestigio y podría estancar su boxeo de forma definitiva.
Es por esto último que Ennis necesita ya grandes combates ante rivales de primer nivel (algo que no ha sucedido todavía en sus 8 años de carrera profesional) para poder, de una vez por todas, dejar de mirar a un futuro que quizás nunca llega y pasar a vivir en la realidad y en el presente de su carrera, que podría ser tremendamente exitosa o mucho menos brillante de lo que se esperaba pero que será mejor que vivir en un cuento de hadas escrito por personas que, la mayoría de veces, no tienen interés real por lo que le conviene y no se preocuparán lo más mínimo si fracasa.
The exaggerations of propaganda and the “future four-division undisputed champion” Jaron Ennis
Daniel Pi
@BastionBoxing
Over the past four years or so, American Jaron Ennis has received an ever-growing amount of praise, which has become increasingly radical and exaggerated, especially when it has been amplified by the propaganda of PBC first, and later by Matchroom Boxing and their related media.
Initially, it was said that he was an exceptional talent, which could be true. Then it was said that he had the potential to do truly great things, which was perhaps a rational projection. But later the issue got out of hand: it was said that he was “an undeniable future Hall of Famer”, “the greatest talent that boxing has seen in the last 30 years” or, in fits of true madness, it was even said of him that he was going to be a “four-division undisputed champion”.
Many of these and other such bold statements were said with good intentions towards the boxer, and they simply showed unconditional but incredibly illogical support from people who knew him or who were from the same city. But others said such things only trying to support the plans of promoters or for mere political-social or economic reasons.
In any case, whether the excessive praise had good intentions or not, the fact is that the victim of them has ended up being Ennis himself, who on Saturday, in his rematch against Karen Chukhadzhian, had a performance that was not exactly up to the level of a “future four-division undisputed champion”. Quite the contrary, after dominating and winning by decision a rather tedious first fight against Chukhadzhian, in the rematch Ennis provided more entertainment but showed many flaws.
These were especially noticeable in defense: against a boxer over whom he had a huge advantage in technique, reflexes, speed, reach, etc., Ennis was repeatedly and easily hit by jabs, left hooks, right hands and other shots that, if they had not been thrown by a boxer with only 54% of knockout wins but by an elite opponent, could have put him in clear trouble.
The fact that Ennis won by a smaller margin than in the previous fight is not really the most worrying thing, but rather that at many moments showed a really dangerous overconfidence with which he appeared to show that he has internalized the exaggerations that have been said about him in recent years.
Ennis did not seem very unhappy with his performance and after the fight he justified it by saying that Chukhadzhian is not the type of boxer who motivates you to give it your all, as he is not a high-level opponent. But in the ring Ennis didn’t seem to be fighting half-heartedly against an opponent he was far superior to, rather he seemed to be making a real effort to get a better result than in the first fight and ended up having a few really contested moments and getting hit too many times without managing to score the knockout.
Thus, many, reacting to the exaggerations that have been said about Ennis, are now criticizing him very harshly, going to the opposite extreme and dismissing in him any kind of talent and potential to achieve great success, an inevitable turn of events whenever the media goes beyond what is rational in evaluating a boxer. Additionally, the fact that Ennis has never faced an elite opponent, whether due to being avoided or protected, significantly affects his prestige and could permanently stagnate his boxing.
This is why Ennis needs now some big fights against top-level opponents (something that has not happened yet in his 8-year professional career) in order to be able, once and for all, to stop looking at a future that may never come and start living in the reality and present of his career, which could be tremendously successful or much less brilliant than expected but which will be better than living in a fairy tale written by people who, most of the time, have no real interest in what is best for him and will not worry in the least if he fails.