DAZN sigue sin aprender la lección por sus billonarias pérdidas e iniciará andadura en Alemania con Sturm-Altay

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Daniel Pi
@BastionBoxeo

El pasado enero el medio financiero Bloomberg publicó un artículo demoledor sobre DAZN, en el que se mostraba claramente que la empresa hacia aguas por todas partes y que sólo el hecho de que su propietario fuese uno de los cuarenta hombres más ricos del mundo evitaba que cerrase. Quizás el dato más significativo del artículo fue que las pérdidas que ya había padecido DAZN en 2020 se habían agravado un 79% y que en 2021 se había llegado a la pérdida de 2.300 millones de dólares.

Este es el motivo de que DAZN no deje de aumentar el precio de sus suscripciones en todo el mundo y de que empresas aliadas que actúan como punta de lanza, como Matchroom Boxing, estén reduciendo sus gastos de forma evidente no sólo en la calidad media de los eventos, sino también en su número de carteles en mercados secundarios.

Teniendo en cuenta esto y que la inversión que se hizo en Canelo y Golovkin no se ha amortizado, y que con boxeadores como Demetrius Andrade el dinero se tiró directamente a la papelera, parecía que había llegado el momento de que DAZN encarase sus siguientes pasos con más cordura. Especialmente, ahora que ya ha pasado la fase inicial en la que, como todos los grandes conglomerados que entran en el mundo boxístico, se ha hecho un hueco en el mercado pagando a muchos púgiles muy por encima de su valor real.

Sin embargo, parece que desde DAZN nada se ha aprendido en cuanto a la distribución estratégica de su dinero, iniciando su andadura boxística en Alemania este sábado con un evento de un nivel espantosamente bajo y en el que se han buscado como rivales de los favoritos púgiles que les garantizan prácticamente la victoria si no es que demuestran ser completamente negados para el boxeo.

Además, en el choque estelar participará ni más ni menos que Felix Sturm. Efectivamente, el mismo Felix Sturm que debutó en 2001 y que peleó contra Óscar de la Hoya en 2004 y cuyos rivales en su gran mayoría se retiraron hace años. El mismo Sturm que perdió su último combate ante Istvan Szili. El mismo Felix Sturm que se demostró que se había dopado durante años, que huyó a Bosnia y que fue sentenciado a pena de prisión…

Su oponente el sábado será el turco de nivel bajísimo Sukru Altay, un púgil que ha construido un récord artificial noqueando a rivales que ni siquiera intentaban ganar y que, aun así, el año pasado perdió por KOT contra un boxeador con récord 3-7. Así, el plan es que Sturm logre un triunfo que le permita regresar a la senda del triunfo y continuar una carrera que hace cerca de una década que dejó de tener sentido.

En definitiva, si este es el plan de DAZN para hacer resurgir al boxeo alemán apaga y vámonos, puesto que si Sturm carece precisamente de algo en el pugilismo es de futuro. Y si los directivos de DAZN (que en muchas de sus decisiones en el boxeo y en otros deportes han parecido completamente ineptos) pueden pensar que esta es la forma adecuada de atraer los euros de los aficionados alemanes, mejor que renuncien a sus cargos y se busquen un trabajo en cualquier otro oficio para el que estén más capacitados.


DAZN still hasn’t learned the lesson for its two billion-dollar losses and will start its journey in Germany with Sturm-Altay

Daniel Pi
@BastionBoxing

Last January, the financial media Bloomberg published a devastating article about DAZN, in which it was clearly shown that the company is losing tons of money and that only the fact that its owner is one of the forty richest men in the world prevents it from closing. Perhaps the most significant information in the article was that the losses that DAZN had already suffered in 2020 had worsened by 79% and that in 2021 the company had reached a loss of $2.3 billion.

This is why DAZN continues to increase the price of its subscriptions around the world and why spearheading partner companies such as Matchroom Boxing are clearly reducing their costs not only in the average quality of the events, but also in the number of cards in secondary markets.

Taking into account this and that the investment made in Canelo and Golovkin has not been recovered, and that with boxers like Demetrius Andrade the money was thrown directly into the bin, it seemed that the time had come for DAZN to face its next steps with more intelligence. Especially now that the initial phase has ended, in which, like all the big conglomerates that enter the boxing world, DAZN has taken a position in the market by paying many fighters well above their real value.

However, it seems that nothing has been learned from DAZN in terms of the strategic distribution of its money. The company will start its boxing venture in Germany this Saturday with an event of a horrific low level and in which the favorites will have opponents that practically guarantee them victory if it is not that they prove to be completely awful boxers.

In addition, the featured fighter in the main event will be Felix Sturm. Indeed, the same Felix Sturm who made his debut in 2001 and who fought Óscar de la Hoya in 2004 and whose opponents mostly retired years ago. The same Sturm who lost his last fight against Istvan Szili. The same Felix Sturm who doped for years, who fled to Bosnia and who was sentenced to prison…

His opponent on Saturday will be one of very low level as the Turk Sukru Altay, a fighter who has built an artificial record by knocking out opponents who weren’t even trying to win and who, even so, last year lost by TKO against a boxer with a 3-7 record. Thus, the plan is for Sturm to achieve a victory that allows him to return to winning ways and continue a career that stopped making sense nearly a decade ago.

In short, if this is DAZN’s plan to revive German boxing, let’s call it quits, since if Sturm lacks something in boxing, it is precisely future. And if DAZN’s executives (who in many of their decisions in boxing and other sports have seemed completely inept) can think that this is the right way to attract euros from German fans, they better resign their positions and find themselves a job in any other profession for which they are more qualified.