El prometedor Alimkhanuly siguió acercándose al mundial del peso medio contra Andrade con KOT sobre el veterano Hassan N’Dam

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Mandalay Bay, Las Vegas, Estados Unidos. Peso medio.

Toda la precipitación que le sobró al árbitro del Muratalla-Araujo (en el próximo artículo podréis leer sobre ello) es la que le faltó al árbitro del combate entre el prometedor kazajo Zhanibek “Qazaq Style” Alimkhanuly 11(7KO)-0 y el franco-camerunés Hassan N’Dam N’Jikam 38(21KO)-6(3), boxeador que fue prolongada y preocupantemente castigado antes de que se llegase al fin a un KOT en el octavo round que debió haberse producido bastante antes.

Como tantas otras veces en su carrera, el elusivo N’Dam trató de mantenerse elevadamente dinámico y cercano a las cuerdas, mezclando sus rápidos desplazamientos con esquivas de cintura y hombros y clinches cuando se veía conducido a la distancia corta. Por ello, al zurdo Alimkhanuly no le quedó otra que presionar a su adversario intentando mantener la paciencia y buscando ir reduciendo la movilidad de su rival con precisos escogidos directos.

Si bien en el tercer asalto el kazajo llegó a dejar de seguir a N’Dam y a posicionarse en el centro del ring invitando a su oponente a que dejase de moverse, posteriormente en ese mismo round Alimkhanuly encontró la forma de impactar sus rectos y de fijar a su contrincante, que no tardó en verse apurado y en caer a la lona por un par de directos de izquierda y un uppercut también zurdo. Después de la reanudación, del final del episodio y del comienzo del cuarto, N’Dam optó por un drástico y arriesgado cambio, quedándose en corta en el centro del ring buscando intercambiar, pero haciéndose algo de espacio con pasos atrás el imbatido pudo impactar nuevos duros rectos.

Ya en en el quinto asalto N’Dam fue varias veces estremecido por magníficas izquierdas rectas o en uppercut, alcanzándose el punto de que, tras quedar el veterano púgil en las cuerdas y recibir afilados puños, incluso Alimkhanuly reclamó la detención arbitral. Con todo, ni en ese ni en los momentos posteriores llegó el KOT, ni siquiera aunque otra vez el franco-camerunés fue movido por duros ganchos y directos en el sexto round ni aunque en el séptimo siguió acumulándose de forma evidente el castigo, siendo la principal preocupación del árbitro entonces la cinta adhesiva de los guantes del boxeador…

Con un cierto segundo aire N’Dam tuvo breeves instantes en los que se volvió a mover bastante y trató de contragolpear, pero eso no llegó a ser ni un espejismo de reacción, situándole Alimkhanuly en el ensogando en el octavo round y, finalmente, forzando la detención del tercer hombre con una contundente serie de hooks.

Dicen algunos expertos que los árbitros deben conocer la carrera de los boxeadores veteranos a los que van a arbitrar y cuánto desgaste han padecido para evitar obrar de forma errónea en el ring. Puede que ese conocimiento de negativos precedentes de un boxeador llevase potencialmente a algunas precipitaciones, pero en este caso concreto habría resultado útil y necesario, dado que el tercer hombre debió ser más consciente de que N’Dam está en la recta final de su carrera, de que a lo largo de los años ha padecido múltiples knockdowns y ha quedado incontables veces tocado y de que, por lo tanto, no se debía permitir que acumulase tantos puños cuando ya no podía ganar y se habían sucedido las ocasiones en las que habría resultado irreprochable la detención del combate.

Sea como sea, Alimkhanuly sumó una nueva amplia victoria que le siguió construyendo como una creciente amenaza en el peso medio, categoría en la que no está lejos del mundial. Tarde o temprano la WBO deberá mover ficha y preguntarle de una vez por todas al número 1 del ranking Jaime Munguía si quiere el mundial obligatorio contra Demetrius Andrade o si su intención es simplemente quedarse esperando durante años a que el título quede vacante. Si Munguía accediese al campeonato WBO en 2022, las opciones de Alimkhanuly de pelear en un duelo mundialista a corto plazo se desvanecerían, pero si el mexicano aceptase la eliminatoria WBC y se centrase la pelea titular en ese organismo, el kazajo (2º WBO) podría recibir el próximo año el acceso a un mundial ante Andrade que sobre el papel sería una de las defensas más exigentes que este campeón ha afrontado en su flojo reinado.