El árbitro alza el brazo de Carlos Castro proclamando la victoria de éste ante Óscar Escandón

Carlos Castro tuvo apuros iniciales ante Escandón, pero remontó con KOT en el último asalto en el arranque del Pacquiao-Ugás

Daniel Pi
@BastionBoxeo

T-Mobile Arena, Las Vegas, Estados Unidos. Peso pluma.

Si se pensaba que el triunfo en el primer asalto del exretador mundial colombiano Óscar Escandón 26(18KO)-6(4) ante Jhack Tepora había sido un golpe de suerte, éste demostró, en el combate que abrió la cartelera principal del Pacquiao-Ugás, que había sido más que eso, logrando poner en serios apuros al comienzo al imbatido estadounidense Carlos Castro 27(12KO)-0. No obstante, el joven local logró con el tiempo darle la vuelta al exigente duelo y anotarse una victoria por detención en el último episodio.

Como en tantas otras peleas, el fuerte Escandón tenía una considerable desventaja en altura, de modo que, enfrentándose esta vez a un púgil dinámico y móvil, tuvo que presionar e intentar acortar los espacios, algo que consiguió pronto, conectando algunos buenos hooks. El jab de Castro y sus contragolpes con curvos zurdos empezaron a salir en respuesta, pero justo en el final del primer round Escandón sacó un brutal gancho de izquierda a la cabeza que estremeció a su oponente, quien aparentemente de no haber estado de espaldas a las cuerdas habría caído. Sin embargo, el árbitro no realizó cuenta, cosa que no quitó que Castro llegó en mal estado a su esquina.

Desde el segundo asalto el colombiano volvió a tener recurrentes momentos en los que logró alcanzar la distancia corta y llegó con sus ganchos, quizás con demasiada frecuencia para los intereses de su rival, no siendo el juego de piernas de Castro suficientemente regular o consistente. De todos modos, Castro poco a poco se fue mostrando más preciso e incisivo con su hook de mano adelantada y con su derecha recta descendente, produciéndose algunos duros intercambios intercalados por buenos desplazamientos laterales y jabs del invicto.

El paso de los rounds favorecía al boxeador más joven y menos castigado en su carrera, por lo que, aunque con directos diestros, uppercuts y hooks hubo ofensivas intensas de Escandón con su adversario de espaldas a las cuerdas, según iba aguantando, las posibilidades de vencer de Castro iban en aumento. De hecho, la presión de Escandón pasada la mitad disminuyó, haciéndose respetar durante más tiempo Castro en la distancia media y larga con sus rectos y desgastando con ellos a su valiente adversario, que en el final del sexto asalto quedó dañado por varios derechazos. Por ello, el estadounidense se lanzó al ataque en el séptimo round, estremeciendo de nuevo a su rival y anotándose una caída algo más tarde. Con todo, tras consultarse la repetición instantánea en el descanso antes del octavo round, el knockdown fue anulado, dado que se pudo comprobar que Escandón no había recibido golpe en el momento de derrumbarse en la lona.

Quizás pensando entonces que sin el knockdown todavía tenía opciones de vencer, Escandón encontró nueva motivación que le llevó a esforzarse notablemente en el octavo episodio, pero entonces quemó su último cartucho. Por ello, Castro pudo gestionar los espacios y usar su jab, su derecha recta y su cruzado zurdo para vencer el noveno round e impactar en el décimo round un directo a la contra que dejó tocado a Escandón. En ese momento el estadounidense se volvió a abalanzar al ataque y con una andanada de puños llevó al tapiz a un mermado Escandón, que se levantó en mal estado, que no se podía mantener estable y que cuando el árbitro estaba realizando la cuenta puso la rodilla en la lona durante un instante, provocando esto la detención del combate.

Contra un boxeador con experiencia, que venía dispuesto a dar su segunda sorpresa consecutiva y que le dañó en el primer episodio, además en un combate de una cartelera importante y en PPV, Castro supo resistir y apoyarse lo suficiente en sus virtudes como para conseguir que su adversario se desgastase y poder romper el encuentro. De todos modos, aunque la victoria es meritoria y el resultado positivo, no se pueden pasar por alto aspectos negativos, destacando entre todos ellos el inadecuado aprovechamiento de su superioridad técnica, su dispar uso de sus capacidades defensivas y su incapacidad durante un buen puñado de asaltos para evitar intercambios que suponían una amenaza.

Por ello, y siendo un combate en el que ascendía al peso pluma y teóricamente no tenía que sufrir tanto para dar el peso, Castro no hizo precisamente una declaración de intenciones sobre su potencial en la categoría de los 57,2 kg. Al contrario, comparativamente pareció que su rendimiento es mejor en el peso supergallo (en el que es 2º WBC) y que, aunque la cumbre de esta división pueda parecer más amenazadora, quizás tenga que pensarse si verdaderamente es la única y la mejor solución centrarse en el peso pluma cuando tuvo dificultades ante un Escandón que no es ni de lejos un top 15 absoluto de la división.