Kieron Conway venció a valiente McGowan, Florian Marku sufrió controvertidísimo veredicto y Qais Ashfaq regresó a la senda del triunfo

Daniel Pi
@BastionBoxeo

Wembley Arena, Londres, Reino Unido.

Abriendo la retransmisión de DAZN de la cartelera Joshua-Pulev tuvo lugar un combate del peso wélter albano Florian “TNT” Marku 7(5KO)-0-1, que en su primer duelo desde que fichó por Matchroom Boxing hace dos semanas sufrió un veredicto extremadamente controvertido. Y es que, aunque perfectamente se podría argumentar que Marku se llevó todos los episodios en su pelea contra el británico Jamie Stewart 2(0KO)-0-1, que además visitó el tapiz en una ocasión, el pésimo juez-árbitro Marcus McDonnell dio increíblemente un empate con una puntuación de 76-76.

Puede que sus desplazamientos estén lejos de ser precisos pero sin duda Marku, que posee experiencia en otros deportes de combate, está lejos de ser un novato sobre el ring en cuanto a selección de golpes y búsqueda de los huecos en defensa, logrando impactar poderosos hooks contra un Stewart que trató de mantenerse móvil y usar sus rectos pero que no podía evitar quedar de espaldas a las cuerdas salteadamente. Estando en esa posición, Stewart padeció un knockdown en el segundo round a causa de un poderoso gancho de izquierda al hígado.

Pese a esta caída el no favorito siguió intentando moverse y tirando puños disuasorios que no tenían peligro y que no podían compensar los nítidos golpes de poder en gancho y uppercut de Marku pero que le mantuvieron en el duelo hasta el final, logrando además Stewart en algunas ocasiones lanzar voluntariosas pero poco eficaces contraofensivas con directos. De todos modos, aunque Stewart ofreció un esfuerzo meritorio en una pelea que perdió de principio a fin, nadie se podía creer tras el choque que McDonnell, que ha dejado repetidas malas puntuaciones como juez y cuestionables actuaciones como árbitro, pudiese dar un empate.

Tras este choque se produjo la victoria del británico Kieron “Too Class” Conway 16(3KO)-1-1 ante su compatriota Macaulay McGowan 14(3KO)-2-1, sustituto muy por debajo del nivel del rival original (el bronce olímpico Souleymane Cissokho) pero que dio grandes muestras de coraje para soportar el castigo y alcanzar la lectura de tarjetas desfavorable. El triunfo de Conway llegó de forma unánime y con puntuaciones de 100-90 y doble 100-89.

Con muchísima más tenacidad que en su último choque, el que disputó ante la promesa kazaja Tursynbay Kulakhmet, McGowan intentó presionar y atacar con sus hooks, pero Conway utilizó con contundencia su jab y su derecha para contestar a su adversario, que pronto padeció una hemorragia nasal y una cierta inflamación en su ojo izquierdo. Por momentos, como en el tercer round, McGowan ofreció cargas llenas de coraje y determinación, llegando con claros ganchos, pero Conway soportó bien los ataques y ofreció potente réplica con su uno-dos y con crochés diestros.

Durante la segunda mitad McGowan perdió momentáneamente la iniciativa en alguna ocasión, recibiendo peligrosos y ordenados ataques de Conway, pero no llegó a verse puesto en apuros críticos hasta el octavo round. En este episodio cayó a la lona por un curvo de mano adelantada y su rostro se ensangrentó preocupantemente en la reanudación cuando con muchísima valentía volvió a pasar al ataque. Aunque hubo momentos en los que pareció que lo mejor sería detener el encuentro, éste se prolongó los diez rounds, logrando Conway un buen rodaje y McGowan disipando las críticas a su falta de tesón recibidas en su combate contra Kulakhmet.

Antes de que comenzase la emisión de DAZN tuvo lugar una pelea más, en la que el olímpico Qais Ashfaq 9(4KO)-1 retornó a la senda del triunfo tras su primer tropiezo venciendo, en un combate pactado en el peso supergallo, al exretador al título británico Ashley “Flash” Lane 14(1KO)-10(6)-2, quien cayó dos veces al tapiz (una vez en el primer round y otra en el tercero) antes de que padeciese la derrota por KOT en el cuarto asalto.